La reconfiguración política de la Argentina comenzará formalmente el domingo 18 de mayo con las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires. Esta contienda no solo será clave para medir el futuro inmediato de La Libertad Avanza (LLA) y el PRO, sino que también podría cambiar el destino de la Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica. El oficialismo nacional quiere arrebatarle al macrismo el bastión porteño, mientras que el macrismo intenta conservar el control del distrito que domina desde 2007.
En ese escenario, quien parece arriesgar menos pero también juega su porvenir es Leandro Santoro. El radical peronista encabeza las encuestas y apuesta a retener el 32% que obtuvo hace dos años. Su lista incluye figuras peronistas poco conocidas y, estratégicamente, rechazó respaldos explícitos de líderes como Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof. Si el electorado se reparte entre tercios, Santoro podría resultar favorecido, aunque un repunte de Ramiro Marra (LLA) o del PRO complicaría su proyección.
La Libertad Avanza, con el respaldo directo del presidente Javier Milei y su círculo más cercano, quiere infligirle un golpe político decisivo a Mauricio Macri. La apuesta es teñir de violeta el distrito que Macri fundó y gobernó, desplazando el tradicional amarillo del PRO. Para ello, la Casa Rosada articula una campaña con fuertes presencias mediáticas, desde el vocero presidencial Manuel Adorni hasta Karina Milei, Patricia Bullrich y Luis Caputo.
Por su parte, el PRO, en un intento por mantener su hegemonía, lanzó a una legisladora con perfil técnico pero escasa notoriedad, que esta semana captó atención por el frustrado proyecto de “Ficha Limpia”. Jorge Macri se muestra en actos como jefe de Gobierno, mientras Mauricio se suma a la campaña con recorridas y apariciones junto a Silvia Lospennato. A su vez, colaboran figuras como María Eugenia Vidal y Gabriela Michetti, en un esfuerzo conjunto para sostener la estructura partidaria.
Fuera de los tres principales espacios, la situación es crítica. La UCR impulsa a la joven Lula Levy y la Coalición Cívica a Paula Oliveto, pero ambas fuerzas podrían quedarse sin representación si la elección se polariza. Lo mismo podría suceder con la izquierda, y es una incógnita qué impacto tendrá la llamativa candidatura de Ricardo Caruso Lombardi por el MID. La batalla por las 30 bancas de la Legislatura será un termómetro claro del nuevo mapa político que comienza a delinearse en el país.
Las elecciones podrían marcar el quiebre definitivo entre el PRO y la La Libertad Avanza, o al menos condicionar aún más la probabilidad de un acuerdo electoral para la provincia de Buenos Aires.