La Reserva de Atlético Tucumán vive un presente inédito. Bajo la conducción de Hugo Colace, el equipo juvenil se afianza entre los equipos que estarían clasificando a los playoffs, pero además proyecta una estructura de desarrollo que apunta a dejar cimientos sólidos para el futuro. “Estoy tratando de hacer crecer a los chicos en el día a día; de potenciarlos, de que estén preparados para cuando les llegue la oportunidad de jugar en Primera”, expresó el entrenador en diálogo con LA GACETA.

Aunque los resultados acompañan (Atlético ha estado buena parte del torneo entre los cuatro mejores) y pese a la derrota frente a San Lorenzo, de hace dos días, para Colace el verdadero objetivo va más allá de la tabla. “El proceso que estamos haciendo es el que habíamos planificado. Y si eso es compitiendo en lo más alto, mejor todavía porque quiere decir que el trabajo es más intenso”, reflexionó.

Con la primera fase del torneo cerca de su final, el técnico se muestra satisfecho con el rendimiento colectivo e individual de sus dirigidos. “Muy conforme; viendo la satisfacción de que los chicos se desarrollen. El otro día, por ejemplo, jugamos contra un equipo grande. El resultado fue abultado, pero el juego fue equilibrado. Eso también es crecimiento”, analizó.

Uno de los puntos que distingue al trabajo de Colace es la rotación del plantel. Salvo un par de excepciones, prácticamente todos los juveniles han tenido minutos en cancha. “El único que no debutó hasta ahora fue Gallía. Después jugaron todos, incluso chicos que subí por necesidad cuando Lucas (Pusineri) se llevó varios a la Primera”, contó. Esta situación lo llevó a tomar una decisión clave: organizar un preselectivo pre-reserva.

“El lunes se va a poner en marcha. Es para que los chicos de categorías más bajas se entrenen dos o tres veces por semana con nosotros. No para que suban directamente, pero sí para que lleguen preparados mentalmente y físicamente. Para que sepan lo que se espera en Reserva”, explicó el entrenador.

Esta metodología, que incluye entrenamientos integrales, trabajo en neurociencia y formación técnico-táctica, tiene como finalidad acortar el salto hacia la Primera. “No se trata de acelerar los plazos, pero sí de que lleguen con la mentalidad adecuada. Es un enlace; la forma siempre está por encima del resultado”, enfatizó.

Desde lo psicológico, otro pilar clave en su proceso, Colace aplica métodos innovadores. “Lo psicológico es parte de nuestra metodología. Ahora incorporamos neurociencia para trabajar velocidad mental y reacciones. Yo los llevo al límite, física y mentalmente, para que se desafíen todos los días”, reveló.

Más allá del fútbol, también busca generar conciencia social en sus jugadores. La próxima semana, todo el plantel de Reserva visitará un centro de inclusión social. Además, el presente deportivo del club también encuentra sustento en una infraestructura que va en crecimiento. El nuevo predio en San Andrés representa una apuesta a largo plazo. “Eso va de la mano con todo esto, la estructura es fundamental. El club lo está haciendo y en algún momento va a dar mucho más fruto”, anticipó Colace.

La creación del preselectivo, que incluirá jugadores desde Séptima hasta Cuarta División, está siendo organizada junto a su cuerpo técnico, con el aval de las autoridades del club. “A nosotros no nos cuesta nada hacer un entrenamiento más. Si queremos vivir de esto, hay que hacer un esfuerzo extra y buscar mejorar, con cualquier mecanismo, lo que ya tenemos hasta ahora”, dijo con firmeza.

El técnico, ya adaptado a la vida en Tucumán (“ya hasta se me pegó la tonada”, bromea), dejó claro que su paso por el club va más allá de lo inmediato: “Hoy estoy en Atlético, mañana estaré en otro lado, pero quiero dejar algo. Este proceso es parte de eso, de dejar una huella”, finalizó.