Lady Gaga ofreció este 3 de mayo un concierto con acceso libre en la playa de Copacabana, Río de Janeiro (Brasil), que reunió a más de dos millones de personas: tamaña convocatoria posiciona a este espectáculo como el de mayor asistencia de una música femenina. En esa multitud había dos tucumanos: Cristian Daniel Vázquez y Hernán Rodríguez. Ambos compartieron sus impresiones acerca de este recital épico, que se encuadra en la gira "Mayhem" con la que Lady Gaga celebra la música, el arte y la diversidad. Sus relatos confirman que se trató de un acontecimiento memorable en la línea de esa clase de cosas que suceden pocas veces en la vida.
La presentación organizada en el ámbito de la iniciativa Todo Mundo no Rio se destacó por su magnitud y producción. Y por las cosas que pasaron: hasta hubo una amenaza de atentado perpetrada por activistas homófobos que fue felizmente desactivada por las autoridades. Pese a la cantidad de gente que bajó a la playa (más que toda la población de Tucumán junta), el concierto se desarrolló sin incidentes. Verlo para creerlo.
Una noche de música, emoción y comunidad
Lady Gaga llegó a su noche triunfal en Copacabana como una de las máximas referencias artísticas de la comunidad LGBTQ+. Con su capacidad única para fusionar música y performance, ofreció un show que fue descrito por los presentes como "impresionante" y "teatral".
"Es una gran artista a la que sigo desde hace años. El lugar fue hermoso, con mis amigos llegamos a las 12 del mediodía y nos quedamos en la playa. Ya había mucha gente, pero todos en el mismo plan, de disfrutar con amigos, de la música, de la gente y, después, del show", cuenta Cristian Daniel Vázquez, quien viajó a Río especialmente para participar del acontecimiento. El recital comenzó a las 22, y duró aproximadamente 2 horas y 30 minutos. Al respecto, dice: "lo que impacta de Lady Gaga es que es muy teatral. En cada canción cuenta una historia, tiene un vestuario particular y una forma de actuar. El escenario cambia porque ella se encarga de encarnar sus temas. Así que salís muy impactado porque es muchísima información en dos horas: mucho vestuario, imagen, producción, luces y todo. Es una experiencia impresionante".
La logística fue otro aspecto destacado. A pesar de la multitud, la organización permitió que todo transcurriera de manera ordenada. "La verdad es que se organizaron muy bien. Nunca fui a Brasil, pero me contaron que en fiestas de Año Nuevo se llena y hay como cinco millones de personas en Río, así que siento que es un lugar que está acostumbrado a las masas, y que saben manejarse y organizarse. Allí llegábamos y no podían pasar los autos y era todo ordenado, hasta en la playa. La gente sabía hasta dónde podía estacionar porque difundieron por dónde entrar, etcétera. Entonces fue muy bueno. Si bien éramos 2 millones, seguro algo se les pasó, pero, en general, no se notó", añade Cristian.
Un ambiente de abanicos con pizza invitada por la cantante
Otro de los tucumanos que asistieron al show, Hernán Rodriguez, destaca la atmósfera: dice que días antes del concierto ya se veía a la gente con remeras de Lady Gaga, abanicos y pósters. "Había mucho merch y sus fans estaban afuera del hotel donde ella se hospedaba a la espera de que saliera al balcón. Unos días antes del show, el miércoles y jueves, ella regaló pizzas a los fans. Sus colaboradores nos acercaron la comida y fue un momento muy lindo. El viernes, que fue el ensayo general, Lady Gaga sorprendió a todos porque empezó a cantar, y a hacer pruebas de sonido y vestuario. Había unas pantallas gigantes, y se veía y escuchaba todo y era muy bueno", relata.
El concierto estuvo dividido en cinco actos con una puesta teatral, fuegos artificiales y varios cambios de vestuario. Gaga abrió con “Bloody Mary”, y mezcló clásicos como “Poker face” y “Shallow” con temas nuevos como “Abracadabra” y “Vanish into you” .
En cuanto a la inversión necesaria para darse el gusto de ver en directo a Lady Gaga, los asistentes consultados refieren que encontraron opciones accesibles. Uno de ellos comenta: "no gasté mucho, supongo que porque hice un viaje rápido con Aerolíneas Argentinas. Llegué el sábado a la madrugada y me fui el domingo. El pasaje me costó U$S 800; me quedé en un hostel que me costó U$S 70 y me regalaron el desayuno, así que me ahorré eso. En comida fue mínimo ya que compartimos los gastos con amigos, y a que, además, los puestos de la playa y los vendedores ambulantes eran súper baratos: 30 reales una cerveza, que son como $ 2.000. En total, debo haber gastado U$S 1.000 dólares".
El dinero sirvió, en este caso, para permitir una experiencia sensacional. Cristian la resume de esta manera: "Lady es una de las pocas artistas que quedan de tal magnitud. Fui a verla en River y fue genial, pero esto superó aquello por lejos. Creo que fue el show más importante y más grande de su carrera, por eso la emoción de ella también. Es una artista que se mantiene en el tiempo por su música, su arte, y, además, por su historia y su lucha. En Lady siento amor, admiración, me motiva a seguir. Se trata de una mujer icónica y es increíble que gente que siente la misma pasión pueda estar en comunidad en Copacabana".