La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) anunció un paro nacional de 24 horas para este miércoles 7 de mayo, en el inicio de un plan de lucha escalonado ante el estancamiento en las negociaciones paritarias y la negativa de las cámaras empresarias a aplicar la cláusula gatillo previamente acordada.
La medida, votada en el Congreso Nacional de Delegadas y Delegados Metalúrgicos realizado en Mar del Plata, es la primera de una serie de huelgas progresivas que podrían alcanzar las 72 horas si no se logra un acuerdo.
El gremio advirtió que, de no mediar una solución, se intensificarán las protestas con paros de 48 y 72 horas en fechas que se definirán según la evolución del conflicto. “Se va a dar un paro de 24 horas, otro de 48 y otro de 72 si no se llega a una solución, con fechas que se irán estableciendo de acuerdo a cómo se vayan dando las cosas”, explicó Rubén Urbano, secretario de prensa de la UOM, en declaraciones a Cadena 3 de Córdoba.
En el sindicato apuntaron directamente contra las patronales y el gobierno de Javier Milei. “Vamos a responsabilizar absolutamente de todo y cada una de las medidas de acción directa que se lleven a cabo a los señores empresarios y a la Secretaría de Trabajo”, advirtió Urbano, reflejando el malestar del gremio ante lo que califican como un destrato sostenido hacia los trabajadores.
La UOM, dirigida a nivel nacional por Francisco Furlán, viene denunciando el aprovechamiento de esta situación por parte de las empresas, que –afirman– utilizan el contexto de políticas oficiales desfavorables para presionar aún más sobre los derechos laborales. “Primero la dignidad”, fue el lema que sintetizó la resolución del congreso sindical, y con ese mandato se convocó al plan de acción que afectará a las plantas siderúrgicas y metalúrgicas de todo el país.
Además del reclamo salarial, el paro también se enmarca en el rechazo a las políticas “antiindustriales” de la gestión de Javier Milei, particularmente la apertura de importaciones que, según el gremio, pone en jaque a la industria nacional y amenaza con profundizar la crisis en el sector fabril.
El gremio metalúrgico, uno de los más importantes del país, se suma así al creciente clima de tensión social y laboral que atraviesa distintos sectores productivos frente al avance de las reformas económicas impulsadas por el oficialismo.