En un ámbito regional donde la educación superior enfrenta desafíos de acceso y equidad, la Argentina se destaca por su sistema universitario público. Un informe conjunto de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación y del Sistema de Información de Tendencias Educativas en América Latina (Siteal) de la Unesco revela que el 80,2% de los estudiantes universitarios del país cursa sus estudios en instituciones públicas.
El 80,2% representa a más de dos millones de personas que acceden a la educación superior sin costo para los alumnos. El ranking posiciona a la Argentina como el segundo país en América Latina con mayor proporción de estudiantes en universidades estatales sólo por detrás de Uruguay. La matrícula total del nivel superior en la Argentina asciende a 2.508.000 estudiantes, de los cuales más de 2 millones se encuentran en universidades públicas, mientras que el 19,8% restante asiste a instituciones privadas.
El informe destaca el rol protagónico del sistema universitario público en el acceso al conocimiento y en la generación de movilidad social. Este modelo garantiza el acceso a la educación superior sin aranceles, lo que marca una diferencia significativa con otros países de la región donde predomina la gestión privada.
La universidad argentina comparada con otras de la región
El estudio destaca que este nivel alto de ingresos a la educación superior costeada con fondos públicos se sostiene incluso en contextos económicos complejos, lo que sería revelador del gran arraigo del modelo en la identidad social y cultural del país. Desde el retorno de la democracia en 1983 hasta 2022, el sistema universitario argentino experimentó una significativa expansión de su matrícula, multiplicándose por 7,5, mientras que la población del país se multiplicó por 1,5 en el mismo período, según el estudio “El acceso a la educación universitaria en Argentina con perspectiva comparada” de la Universidad Nacional de Hurlingham.
En comparación regional, Argentina se encuentra entre los países con mayor tasa de asistencia neta a la educación superior, junto a Bolivia y Chile, con algo más del 41%. Esta tasa supera en más de 10 puntos porcentuales al promedio regional y duplica la tasa de Brasil.
La consolidación del sistema universitario público en la Argentina no sólo refleja una política educativa sostenida en el tiempo, sino también un compromiso social con la equidad y la movilidad sociales. En un escenario donde el acceso a la educación superior es un desafío para muchos países de América Latina, el modelo argentino se presenta como un ejemplo de cómo las políticas públicas pueden garantizar el derecho a la educación para amplios sectores de la población.