En medio de la transición hacia un nuevo modelo monetario en Argentina, con un tipo de cambio oficial que fluctúa entre los $1.000 y $1.400 y una paridad libre en proceso de convergencia, el economista Claudio Zuchovicki lanzó una advertencia: “El precio del dólar condiciona nuestras opiniones, pero eso tiene que cambiar”.
Luis Caputo anticipó que lanzarán medidas "para fomentar el uso de dólares": "queremos que haya remonetización"Como flamante presidente de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA), Zuchovicki remarcó que por primera vez en años el dólar comienza a ocupar el lugar que le corresponde: el de una variable económica más, y no el de un símbolo emocional o un barómetro del humor social. “Tenemos que romper con la idea de que el dólar marca el estado de ánimo del país. Es una batalla cultural contra nosotros mismos”, aseguró en diálogo con el medio El Observador.
"No se administra el precio, se administra la cantidad de pesos"
Según Zuchovicki, el cambio de enfoque en la política económica no pasa por controlar el precio del dólar, sino por regular la base monetaria. “Lo que se administra ahora no es el dólar, sino los pesos que hay circulando. Si todos van a comprar dólares y alguien los vende, te dolarizás. Pero al día siguiente necesitás pesos para pagar sueldos o expensas. Así funciona ahora”, explicó.
En ese sentido, detalló que el nuevo esquema de bandas cambiarias -donde el piso baja y el techo sube un 1% mensual- busca desacostumbrar al ciudadano de mirar el dólar como un indicador diario. “La banda se irá ensanchando hasta que nos acostumbremos a flotar. No necesitás marcar el dólar todos los días”, subrayó, según consignó el diario “Ámbito”.
Un giro de poder: del comerciante al consumidor
Más allá de la política monetaria, Zuchovicki destacó un cambio profundo en la dinámica económica cotidiana: la pérdida de poder adquisitivo está alterando la relación entre oferta y demanda. “Ya no es solo que no podés comprar dólares. Es que no te alcanza para nada. Cuando sube el dólar, suben todos los precios: carne, leche, ropa”, indicó.
Sin embargo, en ese escenario crítico, ve una nueva lógica en juego: “Antes, el poder lo tenía quien tenía la mercadería. Vos querías sacarte los pesos de encima y el comerciante se negaba a vender por miedo a no reponer. Hoy hay sobrestock. El poder lo tiene el consumidor.”
Reformas estructurales: la clave
De acuerdo con Zuchovicki, ordenar la moneda es apenas el primer paso. El verdadero desafío, advirtió, está en avanzar con reformas estructurales que mejoren la competitividad. “Argentina tiene que discutir impuestos, tasas laborales, aportes, intermediación. No alcanza con controlar el dólar si no hay incentivos para producir, exportar e invertir”, sentenció.
En definitiva, el nuevo modelo económico, basado en flotación cambiaria y control de la base monetaria, ofrece una oportunidad. Pero para que se traduzca en desarrollo real, concluye Zuchovicki, el país deberá abandonar la lógica de emergencia permanente y encarar transformaciones de fondo.