Los anuncios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de incrementar los aranceles de frutas en un 10% han revolucionado al sector. La principal preocupación reside en quién pagará ese plus. Difícilmente se lo podrá trasladar al precio que paga el consumidor estadounidense -poco flexible a los aumentos de precios-, y los minoristas no están dispuestos a arriesgar parte de su cuota del mercado. “El dilema que se plantea a los productores y exportadores es absorber este plus mediante la merma de sus ganancias o buscar otros mercados, algo nada fácil dado que todos los países se enfrentan a nueva repartición del comercio mundial”, indicó Betina Ernst, de Topinfo. Precisó que tanto Chile como Perú han tenido una fluida relación comercial, con ventajas arancelarias. “Se desconoce si esto representará una ventaja en el actual escenario de negociaciones”, añadió.
La situación varía fuertemente entre productos y proveedores según la mayor o menor dependencia que tienen del mercado estadounidense. “Un caso extremo sería el de los cítricos chilenos, que se destinan en un 90% a los EEUU, mientras que de las cerezas solo lo hacen en un 3%”, consideró.
Los EEUU son el primer mercado de las frutas peruanas: un 37% del volumen y un 42% del valor de las exportaciones de las principales frutas se destinan allí. “La mayor dependencia la tienen los arándanos, la primera fruta exportada por Perú: el 56% del volumen y el 58% del valor se destina a los EEUU”, dijo. Contó que similar situación se da para las mandarinas, con una participación similar EEUU (56% y 57%); y que en las uvas, mango y lima también el mercado estadounidense es el más importante: recibe un 47% de las uvas, un 39% de limas y un 34% del mango. “Solo en caso de la palta, la segunda fruta exportada por Perú, el primer mercado es Europa, le sigue Latinoamérica y, con un 12% de participación, EEUU ocupa el tercer lugar”, dijo Ernst.
La experta indicó que en las exportaciones frutícolas de Chile la dependencia es menor que en Perú. “Un 32% del volumen y un 16% del valor involucra a EEUU. La gran diferencia entre la participación del volumen y del valor, se debe a los diferentes precios que se pagan según mercado”, explicó. Y precisó que la cereza, la primera fruta comercializada por Chile, se envía principalmente a China donde se vende a precios elevados, superiores a los de otros destinos. También en las uvas y los arándanos las cotizaciones en otros mercados son superiores a los de los EEUU.
“En Chile la situación de las frutas frente a los EEUU es muy dispar. Los cítricos dependen totalmente de ese mercado, ya que allí se envía entre el 93% y el 96% de los cítricos dulces y el 64% del limón. También EEUU es el primer destino de la uva (62%) y del arándano (46%)”, contó.
En el otro extremo están las cerezas, manzanas, peras y paltas, con una baja incidencia. “Las cerezas se destinan principalmente a China, y queda poco para otros destinos. Las manzanas y peras encontraron en Latinoamérica su principal mercado, seguido por Europa. Las paltas se envían a Europa, Latinoamérica, China; EEUU es un destino secundario”, dijo.
La Argentina tiene la menor dependencia. Solo un 20% de las exportaciones frutícolas va a EEUU. “La mayor dependencia se da en el limón, con el 57% del volumen y el 55% del valor. También EEUU es el primer destino de los arándanos (40%) y de las cerezas (30% a 34%). El principal mercado de las manzanas y peras es Brasil y otros países latinoamericanos; a EEUU se envía relativamente poco: un 15% de peras y solo un 2% de manzanas”, señaló Ernst.