No es un fenómeno extraño encontrarse con alguien que hable demasiado, o quizás seamos nosotros mismos los que “hablamos hasta por los codos”. Conversar con personas que hablan mucho puede ser un maravilloso encuentro o una desgracia: podemos sumergirnos en interesantes anécdotas de vida o desear que en nuestro interlocutor existiera un botón de apagado. Sin embargo, los motivos que los lleva a hablar hasta el cansancio no siempre son aportar a una conversación entretenida. Según la psicología, existen muchas razones por las que las personas hablan demasiado.
Estas son las cinco claves para saber si podés confiar en alguien, según la psicologíaEl hablar excesivo es el término utilizado para el acto de hablar compulsivamente. Cuando etiquetamos a las personas en nuestro acervo de contactos sociales sabemos cuáles de ellas son las que “hablan hasta por los codos”, e inclusive avisamos a otros en el caso de que decidan sumergirse en una conversación con ellos. Puede ser un rasgo propio de la personalidad de nuestros conocidos y los motivos pueden estar en diversas razones.
Los motivos por las que las personas hablan demasiado, según la psicología
Robert Kraft, profesor de psicología cognitiva en la Universidad Otterbein de Ohio, describe algunas razones por las que las personas hablan demasiado. Estas pueden abarcar motivos muy variados. Uno de ellos es la ansiedad social. De acuerdo con el experto, este sentimiento puede hacer que una persona siga hablando para combatir el nerviosismo.
En otras ocasiones, aclara Craft, las personas pueden utilizar las conversaciones como un diálogo interno, en vez de la propia comunicación, pensando en voz alta en lugar de charlar, proporcionando detalles innecesarios. Otra razón puede ser la frustración o el miedo a olvidarse de lo que queremos decir si no lo hacemos inmediatamente. También puede ser una necesidad de mantener el control al no dejar hablar a los demás.
Otro motivo que da Nemko por el que alguien puede hablar demasiado es la inseguridad, por lo que se expresa demasiado para impresionar a los demás, o simplemente no tiene sentido del paso del tiempo.
¿Qué dice la ciencia sobre las personas que hablan demasiado sobre sí mismas?
Un par de estudios de la Universidad de Harvard han ampliado cuánto hablamos de nosotros mismos, por qué puede ser un problema y qué podemos hacer para tener mejores conversaciones.
Uno de ellos demostró que, en promedio, entre el 30 y el 40 % de nuestro lenguaje cotidiano se centra en hablar de nosotros mismos. Damos gran importancia a hablar de nuestras experiencias subjetivas, y hacerlo activa los sistemas de recompensa del cerebro. Algunas personas valoran hablar de sí mismas incluso más que el dinero: muchos de los participantes del estudio estaban dispuestos a renunciar a recibir un pago para poder seguir expresando sus experiencias personales.