Florencia Guiñazú, reconocida por su labor como modelo, tatuadora y futbolista en el club Argentino de Mendoza, fue asesinada por su pareja, en Guaymallén. A sus 30 años, dejó un legado como madre de dos niños, de 7 y 5 años respectivamente, y como profesional en Seguridad e Higiene laboral. Su vida, marcada por su pasión por los deportes, también incluía facetas como la tatuadora y modelo para diversas marcas, con una notable presencia en las redes sociales.

El fatídico suceso ocurrió en su hogar, donde su pareja la ahorcó antes de quitarse la vida, dejando a su hijo mayor jugando en otra habitación. Florencia, además de sus roles profesionales, se destacaba como deportista, participando activamente en el fútbol, CrossFit y rugby. Su partida dejó un profundo dolor en la comunidad deportiva y en aquellos que la conocieron, siendo recordada y homenajeada por varios clubes, entre ellos, Argentino de Mendoza.

A pesar de los indicios de violencia previa, Florencia no había denunciado a su pareja por violencia de género. El descubrimiento de la tragedia se produjo cuando un vecino, alertado por un mensaje en la ventana solicitando ayuda, llamó a las autoridades al encontrar a los niños solos en casa. La escena que encontraron los agentes policiales fue desgarradora, revelando el cruel desenlace de la relación entre Guiñazú y su pareja.

El fiscal de Homicidios, Gustavo Pirrello, asumió la investigación del caso, mientras que la comunidad lamentaba la pérdida de una mujer tan versátil y valiosa como Florencia Guiñazú.


La víctima vivía en la localidad de Las Cañas, pero era oriunda de La Consulta, una ciudad situada a poco más de 100 kilómetros al sur de la capital mendocina y que corresponde a la sección de San Carlos. Había estudiado la Tecnicatura Superior en Higiene y Seguridad Laboral en el Instituto de Educación Superior Valle de Uco (IESVU) de la provincia.

Además, era modelo y trabajaba para diferentes marcas. En su cuenta de Instagram, Florencia tenía más de 24 mil seguidores. También se desarrollaba como tatuadora y en otro de sus perfiles en las redes sociales exponía sus trabajos desde mayo de 2021: había imágenes de distintos tipos de flores, dibujos animados, frases y animales, entre otros.

Guiñazú era multifacética y su vida abarcaba diferentes ámbitos. Le apasionaban los deportes. Jugaba al fútbol, pero también practicaba CrossFit y rugby.


Justamente, la víctima formaba parte de la plantilla del Club Atlético Argentino de Mendoza. Desde esa institución escribieron en Facebook: “Con mucha tristeza te despedimos. Gracias por siempre defender los colores de nuestro club. Te vamos a extrañar. Q.E.P.D. Volá alto, Flor querida. Acompañamos a su familia y sus pequeños hijos. ¡Fuerza!”.