El robo en una casa de Ticucho encendió las alarmas entre los vecinos de esa localidad rural, donde los residentes sostienen que desde enero la inseguridad  comenzó a crecer. Los damnificados reconocieron que la mayoría de las veces no presentaron denuncias porque se trataría de hurtos pequeños, pero el último hecho los preocupó.

El Jueves Santo, Victoria Medrano de Argañarás llegó a su casa para pasar el fin de semana largo y se topó con que le habían llevado una gran cantidad de bienes. “Vi que estaba la puerta abierta, la forzaron. La casa no estaba hecha un desastre, no desordenaron, directamente fueron levantando cosas: un televisor, ventiladores, una tablet, la pava eléctrica, la tostadora, la garrafa, un pellón de monturas, colchas y muchísimas piezas de vajilla incluyendo copones de gin”, describió la mujer, que dijo que incluso, por el golpe anímico, se plantea vender la casa e irse.

“Las sillas estaban acomodadas, quedaron la heladera y los muebles, pero abríamos los cajones y notábamos que nos habían sacado cosas. Son muchos bienes pequeños que no solo tienen valor económico sino también valor sentimental”, agregó.

En fincas y fábricas

Pablo Moyse comenzó a invertir en la zona hace 15 años. “Hace un mes tres personas llegaron en un auto a la fábrica y atacaron a Rodrigo, el sereno. Le quitaron amoladoras y el celular, no pudieron llevarse una moto porque no supieron hacerla arrancar, pero lo más grave es que le pegaron al chico para que les abriera el galpón a pesar de que él les mostró que no tenía llaves ni nada para abrir el depósito”, explicó el empresario. “No denuncié el robo, no sé si Rodrigo denunció el ataque”, agregó.

En Ticucho, Héctor Colombres es uno de los productores que decidió asentarse el pueblo. “En diciembre empezamos a enterarnos de varios robos. A mí me robaron varios metros de alambre y es peligroso porque si las vacas salen a la ruta se puede dar una tragedia”, indicó. “Se llevaron metros de cables también y no tuvieron tiempo de robar unas chapas que quisieron desprender”, añadió. El agropecuario repuso los daños y reconoció que no hizo la denuncia porque había considerado que era un hecho aislado hasta que se enteró de que sus vecinos también comenzaron a sufrir robos.

“En nuestra finca nos robaron postes, alambres, máquinas para cortar el pasto. Entraron a la casa y nos robaron cubiertos, ollas, el microondas y cables”, sintetizó Martín Padilla, otro productor de Ticucho.

Los vecinos consideran que el crecimiento del pueblo puede tener que ver con estos últimos hechos. En los últimos meses se inauguraron algunos barrios y mucha gente de la capital y de otros municipios se mudaron al pueblo. “Hay obras en proceso y viene gente de afuera a trabajar, casualmente empezaron estos robos que, en su mayoría, son cuando la gente no está en casa. Nos tomaron los tiempos”, consideró uno de los damnificados.

Medidas

En la Policía el reclamo de los vecinos fue una sorpresa porque, según explicaron, solo estaban al tanto de la denuncia de Medrano. Los demás damnificados reconocieron que no acudieron a denunciar los robos. La respuesta de las autoridades fue tajante. “Volvemos a recordar que es importante que radiquen la denuncia, porque de lo contrario la Policía y la Justicia no pueden tomar intervención”, indicó una fuente policial.

De todas maneras, en la comuna tomaron nota del reclamo y de una de las soluciones que proponen los vecinos: Ticucho tiene dos accesos, controlar esos pasos puede ser la solución a esta ola de inseguridad. “La seguridad es nuestra prioridad, ya hemos empezado a tomar recaudos”, aseveró el subdelegado comunal Juan Guerrero Moreno.

El funcionario señaló que pretenden construir un Punto Digital en la ruta 312, a la altura del arroyo India Muerta. Allí funcionaría una garita con al menos un policía y bomberos, además la idea es que se pueda llevar un registro de los vehículos desconocidos que circulan por ese camino.

“La idea de la comuna (Tapia es el pueblo de cabecera) es además hacer un control en los accesos a las escuelas. Impulsar ese proyecto sería muy positivo para Ticucho porque un control ahí significaría registrar también a los autos que llegan al pueblo desde el norte”, explicó.

Guerrero Moreno aclaró que esas medidas podrían servir para mejorar la situación en la parte más habitada de Ticucho, pero mencionó también que la comuna es más extensa e incluye casas que están más alejadas. “En realidad tenemos cuatro accesos a la comuna: el principal, por ruta 9, el de El Cadillal (esos caminos se encuentran en un punto), el de Vipos y el de San Vicente”, concluyó.