El Ministerio del Interior de Ecuador informó en las últimas horas del sábado que al menos ocho personas fallecieron y otras ocho quedaron heridas en un ataque armado al sur de Guayaquil, la ciudad más poblada del país, en el marco de una seguidilla de hechos violentos que se incrementan pese a la vigencia del estado de excepción.

El ataque ocurrió en la noche del sábado en una populosa barriada del sur de Guayaquil, a 270 kilómetros al suroeste de la capital, Quito. Allí, de acuerdo con las versiones de los testigos, cerca de las 19 (hora local), varios sujetos armados llegaron en un vehículo a la zona y dispararon en contra de un grupo de personas.

Como consecuencia, y según consta en diferentes videos difundidos en redes sociales, los tiros mataron a dos de las víctimas en el momento, mientras que otras seis fallecieron cuando eran asistidas en un centro de salud debido a la “gravedad de las heridas”. Así lo indicó el Ministerio. “Preliminarmente se maneja una cifra de ocho fallecidos y ocho heridos”, agregó el reporte.


Como respuesta, se desplegó un cordón policial para los heridos que se encuentran internados en la casa de salud mientras se realizan las diligencias para esclarecer este hecho.

Esta nueva masacre ocurre un día después que, en otra provincia costera, Manabí, unos 20 sujetos armados secuestraron a 11 personas y asesinaron a cinco de ellas. La Policía reportó que las otras seis, entre ellas cinco menores de edad, fueron rescatadas y entregadas a sus familiares. Dos presuntos implicados fueron detenidos en la mañana del sábado según un reporte policial.

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, afirmó más temprano en su cuenta oficial de X que lo sucedido en Manabí, “recuerda que la batalla continúa”. Esto es una “muestra de que el narcoterrorismo y sus aliados están buscando espacios para atemorizarnos, pero no lo lograrán”, apuntó.

Así, Ecuador enfrenta una nueva escalada de violencia que se produce en pleno estado de excepción y un conflicto interno armado decretado a inicios de enero por Noboa y que dispone operativos permanentes de un bloque de seguridad conformado por la policía y militares. Además, rige un toque de queda de cinco horas en los puntos de alta incidencia como Guayaquil.

Una semana atrás una joven alcaldesa de una pequeña ciudad, también de Manabí, fue asesinada junto a su colaborador, mientras el jueves un motín en una cárcel de Guayaquil bajo control militar y policial dejó tres reclusos asesinados y cuatro heridos.

Ecuador superó a finales de 2023 una tasa de 40 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, una de las más altas de la región, según información policial.