Durante la mañana, el abogado Álvaro Zelarayán, dudó por unos segundos y después dijo todo. “Nuestra teoría del caso es que lamentablemente estamos ante un homicidio. Todos los indicios dan cuenta que ‘Benja’ habría sido víctima de un homicidio”, sostuvo el querellante al referirse al caso que moviliza a la provincia. Por la tarde, después de analizar todos los indicios y nuevos testimonios, el fiscal Miguel Varela coincidió con esa hipótesis y comenzó con la búsqueda del cuerpo del pequeño en las inmediaciones del domicilio donde vivía. La madre fue detenida y el padre, supuesto autor, que está con prisión preventiva, le comunicaron que ahora está acusado del homicidio de su hijo.

La abuela materna del niño que vive en El Chañar, denunció el 20 de febrero en la fiscalía que conduce Mariana Rivadeneira su desaparición. Se inició una investigación para tratar de ubicarlo, pero con el correr de los días, los pesquisas sumaron indicios para determinar la posibilidad de que sus progenitores podrían haber acabado con su vida. Ante ese panorama, el expediente pasó a manos del fiscal de Concepción Varela.

Los investigadores terminaron de armar un rompecabezas. La madre R.G (30 años) y su pareja J.L (37) -sus nombres se mantienen en reserva por cuestiones legales- tuvieron cinco hijos. “Era una familia que vivía de un lado a otro. Sabemos que ella cobraba un plan, pero de él no tenemos ningún dato específico. Vivían de prestado”, indicó Zelarayán.

De a poco, esa familia se fue desmembrando. Primero, la abuela materna se hizo cargo del mayor de los hijos luego de que casi muriera ahogado en un accidente doméstico. En 2018, otro de los pequeños fue llevado de urgencia a un centro asistencial donde murió. La autopsia reveló que había fallecido por una broncoaspiración, pero los forenses determinaron que tenía lesiones compatibles con malos tratos.

El ex fiscal y ahora juez de impugnación Jorge Carrasco investigó el caso. Decidió archivar la causa al confirmar que el niño no había sido víctima de un crimen. En esos momentos, los padres justifican que las marcas eran por los golpes que le habría causado un hermanito que tenía dos años.

El representante del Ministerio Público dio intervención a la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia porque sospechó que algo malo podría estar pasando en ese hogar. “No hicieron absolutamente nada. No encontramos ni siquiera que hayan hecho una visita a esa vivienda para saber lo que estaba sucediendo”, aseguró Zelarayán.

Indicios

A principios de 2023, la pareja se instaló en una precaria vivienda en la localidad de Atahona. “A los pocos meses sus abuelas comenzaron a notar la ausencia de Benjamín. Una de ellas no la podía visitar porque había denunciado al padre por abuso sexual y la otra, cada vez que lo hacía, nunca estaba y siempre le invitaba alguna excusa para justificar su ausencia, por eso se realizó la denuncia”, comentó el abogado.

Los pesquisas, cuando entrevistaron a los padres del niño, se encontraron con dos novedades. El padre estaba detenido con prisión preventiva por una causa de violencia de género. La madre, en un primer momento, cuando fue entrevistada por personal de Trata de Personas, negó la existencia del niño y después dijo que se lo había llevado su pareja. Los vecinos, según los testimonios recolectados por el fiscal Varela, contaron dos versiones diferentes. Algunos dijeron que lo habían entregado a una pareja para que lo cuidaran porque ellos no podían hacerlo y, después, que habría fallecido en un accidente doméstico en el que, aparentemente, intervino un animal.

Ante la complejidad del caso, el representante del Ministerio Público, pidió la intervención de la Dinayf. “En esta oportunidad si actuaron rápido. Los entregaron al cuidado de su abuela. Con ella, después de unos días, le dijeron que ‘Benja’ ya era un angelito que estaba en el cielo”, indicó. “Desgraciadamente estamos ante otro caso de la mala actuación de los organismos estatales en este tipo de casos. Hoy estamos hablando de una posible muerte que se pudo haber evitado si se hacía un correcto abordaje cinco años antes”, señaló el profesional.

Los dichos de Zelarayán fueron, de alguna manera, confirmados por las entrevistas a las que fueron sometidos los pequeños en Cámara Gesell. “No sólo se dieron cuenta que vieron por última vez a ‘Benja’ después de que recibiera un castigo, sino que coincidieron en señalar que su padre lo llevó alzando hacia el monte. Pero también contaron que vivían en un hogar signado por la violencia. Estaban aterrados”, comentó una fuente judicial. El representante de la querella relató que los niños contaron de un hecho violento en el que el padre había participado con un bloque de cemento.

Medidas

Varela, mientras avanzaba con la investigación, fue tomando una serie de medidas. La primera de ella fue confirmar que al padre del pequeño le habían prorrogado la prisión preventiva por violencia de género. La segunda, poner una custodia en la humilde vivienda que ocupaba la familia. Además, en un allanamiento, secuestraron varias prendas y elementos que serían útiles para la investigación.

Por pedido de la familia, Zelarayán se reunió ayer con los ministros del Interior y de Seguridad Darío Monteros y Eugenio Agüero Gamboa, respectivamente. “Fuimos a pedirle mayor colaboración para que podamos saber qué pasó con ellos”, indicó.

MOVIMIENTO. Los efectivos fueron concentrados a la vera de la ruta 157. La localidad de Atahona quedó conmovida por el caso.

Zelarayán, que asumió la querella en nombre de la abuela de “Benja” también aportó otro dato. Uno de los niños llevó a la casa de la abuela un celular. “Cuando lo analizamos nos queríamos morir. Había fotos de drogas y armas. Incluso, en una imagen, aparece uno de ellos con un cigarrillo que sería de marihuana apagado. Evidentemente el uso y consumo de drogas en esa vivienda era habitual y lo grave es que la Dinayf nunca lo descubrió”, finalizó el abogado.

El final

Ayer, el fiscal recibió nueva información. Testigos dijeron que habían visto al progenitor en un paraje ubicado a un kilómetro de la vivienda. Incluso, según indicaron fuentes policiales, lo observaron cavando en un lugar pantanoso, ya que está próximo a una laguna. Hasta el cierre de esta edición, no habían confirmado o descartado que en ese lugar hayan enterrado el cuerpo de “Benja”. Ni con la ayuda del perro rastreador de los Bomberos Voluntarios de Yerba Buena pudieron encontrar nada. Hoy continuarán con la tarea.

Varela desmintió la posibilidad que el padre haya admitido ser el autor del crimen y, mucho menos, que haya aportado el lugar donde estaba enterrado. “Eso lo debería decir ante un juez en una audiencia”, indicó.

El representante del Ministerio Público sí confirmó que la madre fue detenida ayer por la tarde y que se le informó al progenitor que sería acusado del homicidio. Paralelamente, se realizó un allanamiento en la casa de la familia donde secuestraron prendas del niño y un colchón para analizarlos.

Las claves del caso

Benjamín tenía tres años cuando desapareció. La última vez que lo vieron con vida fue hace unos 10 meses. Nunca más se supo de él.

Los hermanitos, cuando fueron retirados de su hogar, les contaron a sus abuelas que “Benja” era un angelito que estaba en el cielo.

En Camara Gesell, los niños dijeron que antes de verlo por última vez, había recibido una golpiza y que su padre lo había llevado.

El hermano mayor de “Benja” fue criado por su abuela luego de que casi se muriera ahogado en un misterioso accidente doméstico.

Otro hermano murió por broncoaspiración en 2018. El médico detectó lesiones compatibles con malos tratos. No se investigó el caso.

El padre de los menores está detenido con prisión preventiva por violencia de género. Habría sido aprehendido varias veces por este tipo de delito.

Piden la emergencia: la legisladora Elías insta a actuar en defensa de la niñez

“El caso Benjamín nos pone en alerta y nos interpela como sociedad porque evidencia la necesidad de declarar la ley de Emergencia de la Niñez para evitar que sigan existiendo casos tan dolorosos como este”, señaló la legisladora Silvia Elías al ser consultada sobre el caso de un niño de Atahona que lleva casi un año desaparecido.

La parlamentaria sostuvo: “ya no es momento de encontrar culpables ni de tirarse la pelotita, buscando responsables entre los distintos poderes del Estado o entre las distintas reparticiones a cargo del resguardo de los niños tucumanos. Es necesario que haya un trabajo mancomunado. Lo decimos en uno de los artículos del proyecto de ley de emergencia, en donde la justicia, la salud, la educación, los gobiernos locales, el gobierno provincial a través del Ministro de Desarrollo Social y de la Dinayf trabajen de forma mancomunada”. 

Finalmente agregó: “el Foro sobre la emergencia en Niños, Niñas y Adolescentes dejó en evidencia que hay sectores que trabajan por y para los chicos, pero en solitario, con resultados insatisfactorios. Este es un llamado a todos los que tenemos poder de decisión: los chicos tienen que estar en la agenda de todos y ser prioridad. No podemos permitirnos un caso Benjamín más”.