El sol ni siquiera había salido -pero ya se hacía sentir- cuando en Lawn Tennis se puso en marcha un proyecto que viene a romper con 80 años de tradición puramente amateur del rugby tucumano: la Academia URT, un centro de formación de jugadores de estructura profesional cuyo propósito es preparar un plantel para una posible franquicia en el Súper Rugby Américas a partir de 2025.

Todavía estaba oscuro en el club del Parque 9 de Julio cuando el plantel comenzó los trabajos bajo las órdenes del head coach del seleccionado tucumano, Pablo Bascary, y los entrenadores de la Academia. Estos son: Matías Bachur (Jockey Club), Pablo Chiappini (Universitario), Pablo Sastre (Natación y Gimnasia) y Luis Macome (Tucumán Rugby). Junto a ellos estuvo Emilio Valdez, de "Uni", como entrenador asesor, y un staff de profesionales que se desempeñan en diferentes áreas, como análisis de video, preparación física, medicina y kinesiología.

"Creo que los objetivos que nos habíamos puesto para el primer entrenamiento se cumplieron ampliamente, desde la predisposición de los chicos y desde el cumplimiento a rajatabla de lo que se había planificado, los tiempos de trabajo y de pausa. Porque no nos olvidemos que estamos tratando de cambiar y generar hábitos en este formato de trabajo, ya proyectándolo hacia una estructura profesional. Los jugadores tienen que meterse ya en esa idea", fue el primer balance de Bascary, una vez finalizada la primera sesión, que comenzó a las 6. Un horario bastante poco habitual para un entrenamiento de rugby, pero que se explica por la intención de interferir lo menos posible en la agenda laboral y/o estudiantial de los jugadores, así como en los entrenamientos de estos en sus clubes.

"Por ahora nos reuniremos sólo una vez a la semana. Por ahí puede haber una excepción en aquellas semanas en las que haya ventana de descanso en el torneo y no haya actividad en los clubes. Porque una de las cosas que no queremos hacer es entorpecer el trabajo de cada jugador con su club. Nos interesa tenerlos una vez a la semana para empezar a trabajar algunos aspectos que a lo mejor en la agenda diaria de clubes no le pueden dar la importancia que sí le podemos dar nosotros al no tener el objetivo de planificar un partido para el fin de semana", se explayó el head coach de Huirapuca.

LUCES ENCENDIDAS. La actividad de la Academia comenzó bien temprano, a partir de las 6, para no interferir en la agenda laboral y/o estudiantil de los jugadores. Foto: Federico Espósito (La Gaceta)

Eso sí, para estar todos en Lawn Tennis a las 6, hubo jugadores que debieron levantarse entre las 4 y las 5. "Espero que no lo sientan tanto como un sacrificio, sino que lo hagan con ganas, con motivación, porque es un proyecto en el que ellos son protagonistas. Yo a la palabra sacrificio la utilizo en otro sentido", advirtió Bascary. "De todos modos, creo que los jugadores han demostrado que están muy enganchados. Tuvieron asistencia casi perfecta, salvo dos chicos a los que no agregamos a tiempo al grupo y no se enteraron del adelantamiento de horario. En un principio se había planificado para las 6, después pasamos a las 7 y finalmente se volvió a las 6, porque para los jugadores era más fácil comenzar a esa hora por el tema de los trabajos y las agendas que seguían después del entrenamiento", agregó.

Etapa 2

La puesta en funcionamiento de la Academia URT se encuadra dentro de un proyecto que busca propulsar el rugby tucumano, llamado Evolución Naranja, que comenzó el año pasado con la capacitación de entrenadores de todos los clubes a cargo de Daniel Hourcade. Al final del año se seleccionaron cuatro de ellos, que son los que ahora trabajan junto a Bascary. "Hay mucha gente detrás de todo este proyecto. La Academia es la etapa 2, que consiste en la formación de una estructura para ir trabajando con una bolsa de jugadores a lo largo del año. Con el tema de las instalaciones, creo que iremos mejorando a medida que pasemos los entrenamientos. Sabemos que por ahora la luz solar y la superficie de la que disponemos es un limitante, a la hora de planificar lo tuvimos en cuenta y buscamos que no se pierdan la calidad de los entrenamientos ni los objetivos que queremos trabajar con los chicos. Estamos en una etapa de análisis y evaluación de los jugadores, que vamos a complementar con todo el monitoreo y seguimiento que les hagamos en los partidos. Lo importante era comenzar", avanzó Bascary.

Invitados

Una cuestión que va más allá del mero lenguaje es la de que la primera lista de la Academia se refiere a los jugadores como "invitados" y no como "convocados". Eso tiene una explicación. "Tenemos tiempo para trabajar. Arrancar ya con un rango de convocados sería muy prematuro. El campeonato recién está comenzando, así que preferimos ver a los jugadores. Trabajaremos con una bolsa de 90 jugadores en total aproximadamente, eso se conversó con los entrenadores de los distintos clubes. Y para nosotros es mejor así: cuantos más jugadores haya, mejor. Por más que ello implique un mayor trabajo de seguimiento, monitoreo, análisis de video y todo lo demás. De todos modos, esa tarea se distribuirá entre los cuatro entrenadores de la Academia, el analista de video, Emilio (Valdez) y yo, así podemos ir avanzando y analizando a los jugadores", anticipó Bascary.

Ese seguimiento individual también podrá ser material de utilidad para los propios clubes, agregó el hombre de Natación: "nuestro analista de video está haciendo los cortes de las imágenes. Necesitamos una plataforma para manejar semejante caudal de videos y poder comunicarnos con los jugadores. La idea es pasarle una carpeta individual a cada uno con una devolución y esa misma carpeta compartirla con el entrenador de su club para darle una herramienta más y que sepa cuál es el trabajo que estamos haciendo acá en la Academia. De alguna manera también estamos trabajando con ellos".