La emoción desbordante en Villa Silípica ante la canonización de Mama Antula resultó inconmensurable. Desde esos suelos, María Antonia emergió para evangelizar y forjar una vida religiosa que la condujo a la santificación, oficializada este domingo 11 de febrero.
Cientos de fieles siguieron la ceremonia desde Silípica, donde se encuentra el santuario en honor a Mama Antula, la canonización de la primera santa argentina a través de pantallas gigantes.
La emoción y la alegría de tener una santa inundó los corazones de los presentes, quienes con cánticos y aplausos celebraron el momento en que la religiosa fue declarada santa.
La santa nació a principios del siglo XVIII en algún rincón de lo que hoy es la provincia de Santiago del Estero, en el noroeste de Argentina, una región afectada por elevados niveles de pobreza.
Los biógrafos de Mama Antula coinciden en que Villa Silípica, un pequeño poblado con menos de cien residentes, ubicado a menos de cincuenta kilómetros de la capital provincial, fue su lugar de origen.
En las últimas décadas, el fervor hacia Mama Antula fue un impulso para el desarrollo de Villa Silípica.