Un laboratorio de Beijing (China) llevó a cabo una exploración sobre una cepa mutante de coronavirus, la cual es conocida como GX_P2V. La búsqueda causó un gran impacto internacional, pues ya demostró que es 100% letal en los ratones y posiblemente peligrosa para los humanos.

Este virus se trata de una variante mutante del coronavirus descubierto en pangolines malayos en 2017, y que según demuestran los resultados, también afecta gravemente a órganos vitales como los pulmones, huesos, ojos, tráquea y el cerebro.

Si bien este estudio es el primero en reportar una tasa de mortalidad del 100% en ratones, por un virus relacionado con el covid-19, se desconocen sus efectos en humanos. Igualmente, se advierte sobre el riesgo de contagio a la población, lo que plantea preocupaciones sobre la seguridad de la investigación científica.

Expertos, entre los que se encuentran Francois Balloux del University College London y Gennadi Glinsky de Stanford, criticaron duramente el estudio por su potencial riesgo y falta de relevancia científica.

Además, se plantearon preocupaciones sobre las medidas de bioseguridad empleadas durante la investigación, comparándolas con las prácticas de investigación en Wuhan antes de la pandemia de covid-19.

"Esta locura debe detenerse antes de que sea demasiado tarde", señaló Glinsky. En tanto, la noticia abrió un debate sobre la ética y la seguridad en la investigación de patógenos potencialmente pandémicos.