El fútbol argentino ya tiene al segundo campeón del año: Rosario Central. El equipo dirigido por Miguel Ángel Russo se quedó con la Copa de la Liga Profesional al ganarle 1-0 a Platense en Santiago del Estero con un golazo de Maximiliano Lovera en el primer tiempo. Con ello se ganó el derecho de enfrentar a River (campeón de la Liga Profesional) por el Trofeo de Campeones.

En un partido bastante parejo, Central encontró el camino hacia la gloria a los 40 minutos de la primera parte, cuando el formoseño Lovera se lució con una jugada individual en la que se sacó tres rivales de encima y definió cruzado ante la salida del arquero Ramiro Macagno. Un golazo espectacular de quien terminaría siendo la figura y el hombre más importante del partido.

Aunque no el único. Al igual que en la semifinal contra River, la seguridad que brindó Jorge Broun en el arco fue clave para que el "canalla" se quedara con el triunfo y estirara a 11 la racha de partidos sin derrotas. Sobre el final, "Fatura" tapó un par de pelotas que ahogaron el grito de los hinchas del "Calamar". El equipo dirigido por Martín Palermo no se entregó y lo buscó hasta el último minuto de los nueve adicionados, pero no pudo. Y se quedó así a las puertas de lograr su primer título en Primera División.

Para Central fue el décimo título de su historia (cuatro ligas y seis copas). El último había sido la Copa Argentina en 2018. Con su consagración en el estadio Madre de Ciudades se vio beneficiado San Lorenzo, que se aseguró iniciar su participación en la fase de grupos de la Copa Libertadores. Por su parte, Godoy Cruz debutará en la segunda de las tres rondas previas del torneo continental. A su vez, el título de los rosarinos le permitió a Argentinos Juniors sumarse al lote de clasificados a la Sudamericana, junto a Boca, Estudiantes, Racing, Defensa y Justicia, Lanús y Belgrano.