En la previa al Día de la Madre se registraron al menos cuatro casos de jóvenes que agredieron a sus padres. En uno de los casos más graves, un joven habría amenazado con una botella de vidrio rota a su madre para sacarle dinero. En otro hecho, una madre habría sido amenazada con un cuchillo.

El 12 de octubre a las 19.30, personal del 911 intervino en un monoblock de Estados Unidos al 1.200, en barrio Parque. Allí aprehendieron a Matías Hernán Díaz, de 34 años, quien viviría en situación de calle y habría intentado atacar a su padre. El denunciante explicó que su hijo tiene una prohibición de acercamiento, pero que de todas maneras intentó irrumpir en la vivienda y “se tornó agresivo” cuando su padre le pidió que se fuera. Díaz quedó a disposición de la Justicia y, por haber violado una orden judicial, podría quedar detenido con prisión preventiva.

El viernes se registraron tres casos más. El primero sucedió a las 8.30, cuando personal del 911 que recorría las calles del cuadrante de San Cayetano aprehendió a Ramón Alberto Borgues, quien, según la acusación, habría ejercido violencia física y verbal en contra de su madre. La Policía puso al sospechoso a disposición de la Fiscalía de Violencia Familiar y de Género I.

Por la tarde, a las 17, hubo una nueva intervención por un caso de violencia doméstica. La Policía se dirigió al barrio ampliación Miguel Lillo, al sur de la capital, tras el llamado de una mujer de 52 años que denunció que su hijo de 24 años la estaba atacando.

Los efectivos del 911 detuvieron a Sandro Nahir Usandivaras porque, según manifestó la denunciante, el joven estuvo desde muy temprano en la vereda de su casa exigiéndole dinero. Las amenazas fueron subiendo de tono hasta que Usandivaras habría roto una botella de vidrio para obligarla a que le de efectivo. Antes de que el joven intentara lastimar a alguien, la mujer decidió denunciarlo.

Por último, a las 21.45 los motoristas de San José se dirigieron al barrio Nicolás Avellaneda III, al norte de Yerba Buena. Allí una mujer habría recibido una amenaza de muerte con arma blanca en su domicilio por parte de su hijo.

Los efectivos llegaron al lugar y se entrevistaron con la denunciante, de 39 años, que ratificó lo que había adelantado por teléfono. El agresor había escapado de la casa por lo que comenzaron su búsqueda. A un par de cuadras de la vivienda hallaron a Martín Ismael Mercado (20 años) caminando por la calle. Allí lo interceptaron y aprehendieron. En el informe presentado a la Justicia la Policía detalló que al momento de la detención, el acusado no llevaba el arma descrita por la denunciante.

Problema frecuente

La Comisario Principal Valeria Giménez Hernando, Subdirectora de Distritos Urbanos, le informó a LA GACETA que los diferentes distritos urbanos reciben a diario denuncias sobre situaciones de violencia familiar ejercida por hijos hacia sus progenitores. “Varias veces hemos intervenido en situaciones de hijos que no conviven con los padres, que sufren de adicciones y se presentan en las casas pidiéndole dinero a sus padres y ante la negativa de los adultos mayores comienzan a agredirlos e insultarlos. A veces son ellos quienes nos llaman o algún otro familiar que se encuentra presente en el lugar, o un vecino que sabe lo que está pasando”, explicó.

Giménez Hernando dijo que este tipo de pleitos se manifiestan con más frecuencia en fechas especiales, como lo son la festividad por el día del Padre, el día de la Madre o las celebraciones de fin de año, ya que “suelen aflorar recuerdos de situaciones que cada familia vive en su círculo íntimo, y por la ingesta de bebidas o de alguna sustancia la persona revive y de las palabras pasan a las agresiones que incluyen daños a la vivienda o a las personas”.

Dificultades

Una vez que el personal policial toma conocimiento de cada hecho se dirige al lugar para sofocar el conflicto y asistir a los involucrados, pero muchas veces una de las dificultades que se les presenta al momento de intervenir es que los padres y madres no quieren radicar la denuncia en contra de sus hijos. En este tipo de situaciones, los oficiales igualmente demoran a la persona y es puesta a disposición de la Fiscalía de Violencia de Género de turno, que en la mayoría de los casos avala el proceder policial como intervención de oficio y en resguardo de los integrantes de la familia del agresor.

“Creo que ningún padre quiere ver a su hijo detenido en una dependencia policial, y muchos padecen en silencio muchas situaciones de violencia sin dar aviso -opinó la comisario- Creo que es vital que la familia hable sobre las situaciones de violencia; generar vínculos fuertes entre los integrantes, crear espacios de conversación y reunión. Buscar ayuda en las instituciones si algún integrante tiene algún tipo de adicción, porque no solo son las drogas las que pueden llevar a la violencia, sino también el alcohol, las apuestas o juegos”.

Por último recomendó tener siempre a mano el teléfono de un familiar o conocido “al que se pueda concurrir y que tenga conocimiento sobre lo que la familia está pasando, y que sirva para acompañar en el proceso que significa hacer la denuncia y sus etapas posteriores”, finalizó.

Grave antecedente: parricidio en el barrio Ex Aeropuerto

El pasado 3 de octubre, Omar Suárez (48 años) asesinó a golpes a su padre Santiago Manuel Suárez (78). Según explicó el auxiliar fiscal Guillermo Di Lella, ese día, por razones que aún se investigan, el acusado comenzó a golpear y a patear a su padre, lo arrastró a la vereda, lo dejó ahí y él se encerró en la vivienda con un hacha y con su madre postrada en una cama. Santiago fue auxiliado por sus vecinos y trasladado hacia el Centro de Salud, pero los médicos no pudieron salvarle la vida.

La víctima ya había denunciado a su hijo en reiteradas oportunidades. El 2 de diciembre de 2022 la Unidad Fiscal Proteccional de Violencia Doméstica y de Género emitió una orden de exclusión del hogar y el pasado 5 de abril se dictó una prohibición de acercamiento, que no era cumplida ya que el imputado seguía viviendo en la casa de sus padres. Los hermanos del agresor, Omar y Roxana, informaron que ejercía violencia física sobre ellos, que tenía consumo problemático de drogas y que era temido por todo el barrio.