Desde 1918 Don Manuel fue aquejado por una fuerte dolencia que con frecuencia lo postraba en el lecho de enfermo. Esta enfermedad se agravó el día 15 de octubre y su fallecimiento se produjo el 17 de octubre de 1923 a la hora 0.36, habiendo sido asistido en su postrer momento de vida por el cura párroco de Famaillá, Presbítero José Ribas, quien le administró los santos sacramentos. García Fernández fue velado el día de su muerte en Bella Vista y por la tarde el ataúd fue trasladado desde el Chalet donde vivió a la Estación de Ferrocarril para ser depositado en el furgón que lo condujo a Buenos Aires. Acompañaron el féretro una inmensa multitud de gente y representantes del Centro Azucarero, de la Sociedad Española de Socorros Mutuos, del Colegio Tulio García Fernández con Banda de música y todo el personal del Ingenio. El tren pasó por Bella Vista a las 20 horas. Acompañaron el féretro hasta Buenos Aires, su hijo el Ingeniero Manuel García Fernández, su yerno Jorge Echayde, Francisco Pasteur, Manuel B. Posse, una delegación de empleados del Ingenio compuesta por los señores, Aurelio Romero, Nicolás Ayala, José Valdecantos, Lorenzo Didot, Manuel Pérez, Teófilo Kayouk, el reverendo Padre Lorenzo Massa y tres alumnos del Colegio Tulio García Fernández. El tren especial que conducía los restos de García Fernández, llegó a la Estación Retiro a las 10 de la mañana del día 18 de octubre. Al detenerse el tren, la concurrencia, que era numerosísima, se agrupó frente al vagón donde se había instalado la capilla ardiente recibiéndose los restos con silencioso recogimiento. Tomaron los cordones sus familiares, el Padre Lorenzo Massa, los señores: Juan B. Fernández Bravo, Rafael Bernal, Vicente L. Gallo y Juan B. Terán entre otros. Entre los concurrentes se encontraban los senadores nacionales Alberto Aybar Augier y Ramón Paz Posse, los diputados nacionales Abraham de la Vega, Miguel y José Luis Araoz, Juan Patrón Costas, Ernesto del Moral y varios más. Entre los asistentes se encontraban León Rougués, Ernesto E. Padilla, Marcos Rosenval, Horacio Sánchez Loria, Solano Peña, Enrique Galván y muchísimos más. El cotejo emprendió la marcha hacia la Recoleta precedido por una carroza cubierta con coronas a la que seguía la carroza fúnebre, una numerosa delegación de Padres Salesianos, los alumnos del Colegio Salesiano San Carlos, una compañía de exploradores de Don Bosco y la Banda de música y una larga fila de coches de duelo y de automóviles. En el peristilo de la necrópolis dieron la postrer despedida a los restos el Padre Lorenzo Massa en nombre de la comunidad Salesiana, Juan B. Fernández Bravo por los ex alumnos de Tucumán y el joven Rafael Bernal en nombres de los actuales alumnos. También hablaron Osvaldo Romero por los amigos del extinto, Nicolás Ayala y Eugenio Romero por los empleados y obreros del Ingenio Bella Vista. Después del fallecimiento de García Fernández se creó una Comisión de Homenaje presidida por el Dr. Ignacio Aráoz, la que confeccionó un álbum con todo lo relativo a la vida del homenajeado e hizo entrega del mismo en su casa de Bella Vista en un acto al que asistió el gobernador de la Provincia, sus ministros, miembros de la Comisión de Homenajes, legisladores y una numerosa comitiva. También se realizó en homenaje a García Fernández en la iglesia Catedral por iniciativa de la obra de Don Bosco, del Centro Azucarero Nacional, de la Sociedad de empleados de la Industria Azucarera, de la Sociedad Española de Socorros Mutuos, de la Sociedad Italiana y de los empleados del Ingenio Bella Vista. La misa fue oficiada por el Padre Lorenzo Massa asistiendo a la misma el Obispo Diocesano Monseñor Bernabé Piedrabuena y representantes de todas las instituciones que patrocinaron el funeral..

Manuel Roberto Valeros

 San Lorenzo 1.185 S. M. de Tucumán