En enero de 2022 un niño de cinco años falleció ahogado al caer en una de las piletas del balneario municipal de Famaillá. El pequeño había ido a pasar la tarde con su padre y sus hermanos cuando cayó al agua y nadie advirtió a tiempo el hecho para poder socorrerlo. Cuando lo sacaron del agua ya no tenía signos vitales. La fiscala Mónica García de Targa, del Centro Judicial de Monteros, imputó al por entonces director del balneario y a nueve personas que trabajaban como guardavidas. El lunes, mediante un juicio abreviado, el ex director reconoció su responsabilidad al haber contratado como guardavidas a personas sin acreditación válida o idoneidad comprobada para cumplir esa función. En ese sentido, aceptó ser condenado por homicidio culposo a dos años de cumplimiento condicional. Los otros acusados accedieron a la suspensión de juicio a prueba comprometiéndose a cumplir tareas comunitarias y a pagar, entre todos, una reparación de $ 1,8 millón a la familia del niño.