El eje terrestre es la línea imaginaria alrededor de la cual gira la Tierra en su movimiento de rotación. Si bien durante décadas el planeta relación cambios, quizás el más destacable tiene relación con este punto.
Un estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters, a cargo de expertos de la Universidad de Seúl, evidenció que el eje central de la Tierra registró un leve desbalance, inclinándose alrededor de unos 80 centímetros.
Este fenómeno no es nuevo, puesto que esta inclinación se fue incrementando desde 1993 como consecuencia del exceso de extracción de agua subterránea. De hecho, a la fecha, se estima que se han sacado alrededor de 2150 gigatoneladas de líquido.
“Se ha producido un problema en el eje de rotación de la Tierra, y está relacionado con las actividades humanas”, advirtió Seo Ki-won, profesor del Departamento de Educación de Ciencias de la Tierra de la Universidad Nacional de Seúl y autor principal del documento.
A su vez, los científicos hallaron que el Polo Norte se está “inclinando” hacia Canadá, pero hasta ahora no han podido explicar claramente por qué, detalla Infobae. En 2016, se descubrió que el agua podría alterar la rotación de la Tierra, pero hasta ahora no se había estudiado el papel preciso del agua subterránea en estos cambios de rotación.
En el estudio actual, los científicos utilizaron simulaciones por computadora para simular los cambios informados en la deriva del polo rotacional de la Tierra y el movimiento del agua, inicialmente simplemente tomando en cuenta las capas de hielo y los glaciares y luego incluyendo varios escenarios de redistribución del agua subterránea.
El eje de la Tierra está más inclinada: qué significa y cuáles serían sus consecuenciasAl no ser una línea completamente recta, la inclinación del eje terrestre tiene relación con otros movimientos como las estaciones, la duración del día y la noche y la distribución del calor y el frío en el planeta.
Aunque los efectos generados por la variación en el eje son graduales, en un futuro sí podrían tener un impacto significativo en el clima, desencadenando fenómenos climáticos extremos, como sequías, inundaciones o lluvias intensas.
Entre otras consecuencias que podría traer consigo se incluyen que la ubicación del bombeo de agua subterránea en latitudes medias tiene un mayor efecto en el cambio de eje de rotación. Además, esta variación puede impactar en los sistemas de navegación por satélite, los cuales se emplean en los aviones y las aplicaciones de mapas, entre otros.