Los museos son guardianes de nuestra historia y de nuestra cultura. Pero también son oportunidades educativas únicas. Tucumán, por suerte, posee una variada oferta museológica, que invita no sólo a aprender sobre la historia política de la provincia y del país, sino sobre economía, producción, cultura, religión y biodiversidad. Una pequeña parte de ese universo está disponible, por unos días, aún más al alcance de nuestra mano.

Es que en la Expo Rural se ha abierto un espacio para los museos. La idea -explicaron miembros de la organización a LA GACETA- es que además de interiorizarse en el mundo del campo, los visitantes puedan llevarse aprendizajes e información nueva y valiosa. Para esto se crearon algunos espacios como, por ejemplo, una gran parcela con plantaciones, con la idea de que los tucumanos aprendan sobre el circuito productivo. Y con la misma finalidad se le dio lugar a los museos. En uno de los pabellones se encuentran stands del Museo Miguel Lillo, del Museo de Arte Sacro y del Ente Cultural de Tucumán, en representación de algunos centros que el organismo nuclea.

Religión

No es como las otras salas de exposición. Al entrar, te sentís como en una gran clase; a lo lejos, pero hacia todos lados, se escuchan las preguntas de los curiosos y las respuestas de los guías. Lo primero que llama la atención es una imagen en bronce de Juana de Arco, originaria de Europa y creada en el siglo XIX. “Esto es una pequeña muestra de lo que es el Museo de Arte Sacro; como no podemos sacar todas las piezas, traemos algunas en comodato para mostrar nuestro patrimonio -cuenta Carmen Ocaranza, representante de la institución-; que, en general, es más visitado por turistas que por tucumanos”.

Además de la imagen en bronce, lo que más acerca al visitante -advierte Carmen- es una figura de la Virgen de la Merced. “Es una imagen colonial, y muchos pasan a tomar gracia. El museo depende de la Arquidiócesis y la mayoría de las piezas que tenemos tienen que ver con la fe, con el arte y con la historia civil -añade-; por eso, además, trajimos algunas piezas que son de distintas épocas y servían para la devoción privada, como escapularios, rosarios y biblias”.

“Esta es una buena oportunidad para acercarnos a la gente; mayormente nos visitan de otras provincias y estudiantes, que se sorprenden de cómo eran las imágenes en el arte colonial, cómo era la platería de la Iglesia... Todas esas cosas te intrigan, llaman la atención -considera Inés López Aragón, también representante del museo-; muchas veces el tucumano no conoce, y cuando lo conoce se sorprende y dice: ¿cómo no he venido antes?”.

Casi un safari a la yunga

El stand de la Fundación Miguel Lillo llevó a la Expo una de las colecciones del Museo de Ciencias Naturales. Es, quizá, la oferta más educativa para los más chicos.

Sin descanso, la guía Marianela Carrapizo habla con los presentes. “Esta colección representa los distintos ambientes que tenemos en la provincia: yungas, bosque chaqueño y selva de pedemonte -comenta-; lo interesante es que todos los ejemplares de animales son taxidermizados. El que más sorprende a los visitantes es el aguará guazú (un zorro grande), pero hay yaguareté, loros, tortugas...”. Es como una réplica de la biodiversidad: hay, por supuesto, ejemplares de quebracho, palo borracho, tipa blanco y horco molle, entre otros.

“Es una posibilidad para que los chicos puedan ver algunos animales en peligro de extinción, para que puedan tomar conciencia ambiental, para que puedan dimensionar el tamaño real de los animales y para que puedan ver todos estos animales en un solo lugar, cosa que es imposible, a menos que hagas un safari. Aquí podés conocer sus características y las ecorregiones que habitan”, relata y destaca: “está muy buena esta propuesta, porque estamos notando que hay muy pocos tucumanos que conocen de la Fundación. Y esto es una manera de mostrarles un poquito y de dejarlos con ganas de más, para que nos visiten”.

También está presente con stand propio el Ente Cultural de Tucumán. Bajo su ala hay museos como el Museo Sanmartiniano de La Ramada, el Museo a Cielo Abierto Menhires y el museo de Bellas Artes Timoteo Navarro (en refacción), entre otros. Los visitantes pueden acercarse conocer la variada oferta; además, llevó a emprendedores del Mercado Cultural Don Bosco, y una muestra de vestuario del Teatro San Martín.