Cartas de lectores VI: La oligarquía rusa

Cartas de lectores VI: La oligarquía rusa

07 Noviembre 2022

El origen, el desarrollo y la consolidación de la burocracia soviética llevó, como resultado de sus características y diferentes crisis, a la formación de la oligarquía rusa. Caracterizaban a Rusia su atraso económico (pobreza) y el aislamiento internacional (no hubo otras revoluciones o fueron derrotadas), como la de Alemania de 1919 que fue derrotada. La revolución,a pesar del desarrollo de las fuerzas productivas, no pudo superar la pobreza predominante. Llevaron estas circunstancias, paulatinamente, a la aparición y formación de una burocracia. La pobreza reforzó el papel de una casta de funcionarios y administradores a cargo de las normas burguesas del reparto. Una burocracia es socialmente necesaria cada vez que se presentan antagonismos ásperos  con el objetivo de “atenuarlos”.  Pronto ésta descubrirá que tiene sus propios intereses y privilegios. Los funcionarios percibían: una remuneración diferencial al resto, una distribución especial de productos para sus familias, vacaciones de 1 a 3 meses en casas de descanso fuera del país acompañados por la familia y médicos personales, rublos en oro para gastos de transporte hasta el lugar de descanso, estadía en el sanatorio, alojamiento y pequeños gastos. Así se fue creando un sistema de privilegios, sobornos a funcionarios, etc. Va a tener como autoridad la pobreza de los artículos para el consumo  y la lucha de todos contra todos. Necesitaba de un árbitro supremo y lo fue Stalin. Se va ir quedando, además, con la propiedad de los medios de producción que antes pertenecían a los trabajadores (antes objetos de distribución y ahora de propiedad). Ese régimen burocrático, entre los años 1950 y 1990, se agotó completamente y se transformó, luego, en restaurador del capitalismo. La “perestroika” y la “glasnost”  van a expresar la quiebra de la gestión burocrática de la economía de la URSS. Es el fin del viejo régimen basado en el monopolio de una burocracia por medio del partido comunista. Su dominación se convierte en una traba insuperable para la economía soviética. A principios de 1970 el estancamiento soviético se manifestaba en la bajísima  productividad del trabajo, escasez de artículos de primera necesidad, de maquinarias y repuestos industriales, crisis de la agricultura soviética (como consecuencia del atraso en la industria, incapaz de proveerla de máquinas y medios técnicos). La superación de la crisis exigía una sistemática inversión industrial pero no podía llevarse a cabo reduciendo el consumo personal o a reforzamiento de la disciplina laboral y un incremento de la intensidad del trabajo (temor a las revoluciones políticas como fue el levantamiento polaco, encabezado por Lech Walesa). Esta burocracia, entonces, se "vuelca" a Estados Unidos. Esperaba obtener créditos (para adquirir el equipamiento industrial necesario), pero no los podía obtener porque carecía de las garantías duraderas que existen en una economía de base social idéntica basadas en el beneficio. Comenzó, entonces, una batalla por la propiedad estatal entre los “viejos zorros” (viejos jefes de empresas estatales) y los “lobos jóvenes” (futuros oligarcas rusos) en 1990. Estos últimos irrumpieron en el comercio, la industria y las finanzas (ala moderna de la nomenclatura) ligados al mercado mundial. Procuraron la plena propiedad, incluso asociados a alguna empresa extranjera, privatizando la empresa, transformándose en “capitalistas” a través  de la “puesta en venta” de los bienes del estado con el objetivo de vender los productos en el mercado. Buscaron esas “garantías”, en los acuerdos de Helsinki (de seguridad y cooperación este – oeste) (Finlandia) donde la URSS realizó concesiones claves: derecho de propiedad para el desarrollo y penetración de capitales extranjeros y las reformas de Gorbachov y Yeltsin. El endeudamiento alcanzó dimensiones catastróficas. Esa situación llevó al desmembramiento parcial de la planificación burocrática, autorizando a empresas estatales a mantener relaciones directas con el mercado mundial y usar autónomamente las divisas obtenidas (perestroika). La propiedad estatal sobrante es introductoria del capitalismo en la forma de reservas en divisas, créditos, licencias y mercado junto al capital extranjero. El proceso de la restauración capitalista fue acelerada: privatización de casi todas las empresas, consorcios industriales, yacimientos, minas en beneficio de una pequeña capa de burócratas, mediante procedimientos que fueron definidos como “delictivos”, “criminales”, “maffiosos”. Los burócratas no han invertido un solo dólar en las empresas privatizadas a precios de regalo y viven gracias a los subsidios estatales. Rusia carece de un sistema legal que reglamente los litigios de la propiedad – que sólo pueden obtenerse por medios “mafiosos”. Este es el origen de los oligarcas rusos. La autonomía financiera otorgada a las empresas y la autorización para establecer relaciones directas con el mercado van a permitir una “acumulación privada” de los burócratas que las conducían y el comienzo del desmembramiento del ex espacio soviético. El golpe de la KGB contra Gorbachov en 1991 expresó el fracaso definitivo de intentar proceder a una restauración pacífica y gradual del capitalismo. El viejo régimen burocrático, agotado, va a ser reemplazado por un nuevo régimen de carácter restauracionista y su objetivo va a ser la reconstrucción del capitalismo en Rusia.

Pedro Verasaluse

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