Los mejores paisajes y paradas para descubrir la ruta del vino en Chubut

Los mejores paisajes y paradas para descubrir la ruta del vino en Chubut

Una escapada interesante.

Los mejores paisajes y paradas para descubrir la ruta del vino en Chubut
23 Agosto 2022

Cómo recorrer la provincia de Chubut para disfrutar de los distintos sabores y variedades que ofrece su producción vitivinícola. Paisajes, viñedos, bodegas, características de elaboración y curiosidades de una actividad que se consolida en constante crecimiento.

A las propuestas de mar y montaña que ofrece Chubut se suma la experiencia de la ruta del vino. Es un tour en plan de disfrute gastronómico que permite explorar otros paisajes de la provincia rumbo a descubrir la singularidad y exquisitez de su producción vitivinícola.

Se trata de una actividad que según cifras oficiales creció 335% en diez años. Tiene lugar sobre 200 hectáreas, entre 66 viñedos y ocho bodegas que se distribuyen en las localidades de Gaiman, Bahía Bustamente, Sarmiento, Paso del Sapo, Gualjaina, Trevelin y la Comarca Andina.

A lo largo y ancho de Chubut se cultivan variedades como pinot noir, malbec, merlot, chardonnay, riesling, pinot gris y gewürztraminer. Las etiquetas que se logran a partir de estas cepas gozan de amplio reconocimiento.

La proliferación de esta actividad productiva, que tiene su impacto también en el turismo, viene acompañada por medidas y recursos que fomentan el desarrollo. Desde el Gobierno provincial, se continúa propulsando el sector mediante acompañamiento técnico, entrega de maquinarias y aportes económicos. La gestión actual también fomenta su participación en eventos, para posicionarla a escala nacional e internacional.

En las rutas del vino los viajeros podrán probar su calidad enológica en bodegas como Punta Ninfas o Patagonian Wines, entre otros proyectos como los que se describen a continuación.

La ruta del vino en Gaiman

El departamento de Gaiman limita al este con Rawson. Para llegar desde Trelew, por ejemplo, se recorren 17 kilómetros por Ruta Nacional 25. A esta comuna galesa la atraviesa el río Chubut, que define su perfil escénico entre jarillas, chañares y otros arbustos.

Al sur del curso de agua se encuentra el Centro Recreativo Arturo Roberts, que funciona bajo la órbita del Estado provincial. El tinto “Granja Vieja” inicia su producción en los viñedos de esta institución, donde se cosechan uvas malbec con fines educativos.

Son de una variedad morada, con abundantes taninos. Éstos son algunos de los elementos del vino más fáciles de detectar mediante el sabor, porque dejan en la boca una sensación de amargor o sequedad.

La elaboración de “Granja Vieja” continúa en las bodegas del INTA de Trelew. El proceso se completó allí por primera vez en 2021 por iniciativa del Gobierno provincial, que acompaña a los vitivinicultores de Gaiman con asistencia técnica, maquinaria y aportes.

Actualmente el vino se sirve durante eventos que desarrolla el Centro. El complejo además invita a recorrer su circuito de producción. Como alternativa, en la localidad también se puede visitar la bodega Bardas al Sur, que trabaja con variedades de malbec y pinot noir.

De Trevelin al mundo

En la localidad de Trevelin y próxima al Parque Nacional Los Alerces se encuentra la bodega Viñas del Nant y Fall. Se trata del proyecto pionero de este valle, donde también funcionan los emprendimientos Contra Corriente y Casa Yagüe.

Recientemente, en el marco de las distintas medidas que impulsa la Provincia para posicionar la producción local a nivel internacional, el complejo recibió al Master of Wine británico Tim Atkin, quien le otorgó 90 puntos al pinot noir de esta casa chubutense.

En Trevelin, donde en abril se celebró la Fiesta de los Viñedos por iniciativa de la cartera de Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio provincial, la elaboración vitivinícola se desarrolla en un área de gran valor escénico, entre arroyos, cascadas y superficies que permanecen cubiertas de nieve durante todo el año.

Debido a las bajas temperaturas, la producción opera en pequeña escala, pero con resultados de alta calidad. En ello influye la puesta en marcha de un sistema de riego por aspersión que protege a las plantas generando una película de hielo a su alrededor.

Es decir que las resguarda de las heladas mediante una solución que recuerda a los iglúes que construían los pueblos esquimales. De esta manera, emprendimientos como Viñas del Nant y Fall consiguen cultivar con éxito variedades de pinot.

La pinot noir o “pino negro”, por la forma de su racimo y el color oscuro de la uva, permite elaborar vinos tintos, pero de tonos ténues. Son productos elegantes, con bajo nivel de taninos, de acidez media-baja, sedosos y con aromas a frutas negras y rojas.

Se llega a la bodega a través de la RN-259. Viñas del Nant y Fall cuenta con alojamiento, un restaurante y un espacio para parking de motorhomes. Es posible participar de visitas guiadas en combinación con degustaciones y almuerzos.

En tanto, Contra Corriente se ubica a orillas del río Percy, en las cercanías del centro de Trevelin. Su viñedo consta de 3 ha en las que se disponen cuatro variedades. El lugar también propone sumarse a recorridas y probar sus sabores.

Por último, Casa Yagüe aparece a sólo 12 km de Chile, sobre la RN-259. Al igual que los otros proyectos, el complejo invita a realizar visitas y disfrutar de degustaciones. Además, en sus 3 ha cuenta con alojamiento con vistas a un fondo de montañas que se elevan por encima de los 2.000 metros.

Sabores del sur en Sarmiento

Las sendas del vino surcan Chubut en toda su extensión. Otro de sus hitos se halla en el extremo sur de la provincia, dentro del departamento de Sarmiento. Se llega desde Comodoro Rivadavia por RN-26 hacia el oeste, luego de 150 km de estepa patagónica.

La Bodega Otronia aparece 6 km al norte del casco urbano, tras cruzar el río Senguer. Está en un enclave entre dos lagos: Musters y Colhué Huapi. En medio de ambos espejos de agua funciona el proyecto vitivinícola más austral de la Argentina y el mundo.

Es una iniciativa de perfil orgánico que abarca 51 ha. En sus terruños se plantan variedades como chardonnay, riesling, pinot gris, pinot blanco, pinot noir, gewürztraminer y merlot. También crecen torrontés y malbec, sellos emblemáticos de la producción argentina.

Con esta última cepa se elabora en la bodega un producto que ostenta energía y profundidad únicas. El malbec de Otronia entrega una fruta roja crujiente que provoca una acidez intensa, en pleno entendimiento con la estructura del vino.

Otro diferencial del portfolio es la línea “45 Rugientes”. Dentro de esta propuesta destaca un merlot cuyo carácter “con algo de terrosidad y frutas secas” resultó “deslumbrante” para la periodista en vinos Elisabeth Checa. “Me cuenta un lugar”, consideró la especialista.

La singularidad de estas etiquetas se debe a la zona en que se desarrolla el proyecto. Es un área fría y de vientos extremos donde prácticamente no llueve. En conjunto con los suelos, estas características hacen que los vinos de Otronia tengan un gran potencial de guarda.

Las aguas de Gualjaina

La ruta del vino se extiende sobre la región noroeste con iniciativas como la de Cielos de Gualjaina. Es un emprendimiento familiar que se desarrolla con orientación agroecológica. Cuenta con una bodega y otros espacios de construcción rústica y paredes de adobe.

Las plantaciones de este proyecto se hallan en la comarca de la Meseta Central, dentro de un paisaje de ensueño cercano al río Lepá y al Gualjaina, que da nombre a esta localidad. Se llega desde Esquel por la RN-40, tomando la RP-12 sobre 65 km de ripio.

En los viñedos crecen variedades como gewürztraminer, ideal para el cultivo en climas fríos y caracterizada por un hollejo más grueso, rosado. Sus niveles de azúcares naturales son altos y resultan en sabores semisecos o dulces, con aromas florales o tropicales.

En Cielos de Gualjaina estos frutos de vid se fermentan en barricas como vino blanco y en vasijas de barro como vino naranjo. Este segundo proceso demora unos dos años, con proyecciones de lanzamiento que actualmente apuntan hacia 2023.

En los terruños también se siembra la cepa chardonnay. Sus uvas verdes se utilizan en todo el mundo para elaborar vinos blancos de cuerpo mediano o robusto, con sabores que remiten a manzana, pera, ananá, durazno, melón, cítricos y frutas tropicales.

Cielos de Gualjaina forma parte del grupo Meseta Central. Junto con otros productores de Paso del Sapo y Piedra Parada recibe acompañamiento del INTA a través del programa “Cambio Rural” que impulsa la Provincia para jerarquizar la actividad vitivinícola chubutense.


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