Un albañil cordobés descubrió que es hijo de un multimillonario

Un albañil cordobés descubrió que es hijo de un multimillonario

Aunque dos cotejos de ADN y una sentencia judicial prueban el vínculo el padre, un empresario bodeguero, persiste en negar la relación.

SORPRESAS. Un albañil cordobés descubrió que es hijo de un multimillonario SORPRESAS. Un albañil cordobés descubrió que es hijo de un multimillonario
07 Abril 2022

Tiene 58 años, integra una familia pobre y trabaja en uno de los oficios más pesados: la albañilería. Sin embargo, de acuerdo a la Justicia, debe heredar una fortuna.

Dos cotejos de ADN y una sentencia judicial afirman que el cordobés Marcelo Urbano es hijo biológico del empresario Eduardo Lapania, propietario de la bodega Don Cristóbal.

“Parece difícil de creer, ¿no? Pero así es la verdad, y está en los papeles”, dijo Marcelo en una entrevista que concedió al sitio TN. La increíble historia se remonta a la Navidad de 1962, cuando su mamá, Marta Nieves Urbano, trabajaba como empleada doméstica en la finca de la familia Lapania, en La Falda. De acuerdo al fallo del Juzgado Civil 84, allí fue víctima de un abuso sexual por parte de uno de los hijos de sus patrones, que por entonces tenía 20 años.

El albañil, que vive en Villa de Soto -departamento de Cruz del Eje-, se realizó dos pruebas de ADN que arrojaron que es hijo de Lapania en un 99,7% y un 99,9%, respectivamente. “Todos dudaban cuando yo decía quién era mi padre, pero mi mamá nunca me mintió. Hasta en sus últimos días, ya agonizando, me repetía que era yo hijo de esta persona”, cuenta Urbano, que además de trabajos de albañilería hace changas en la capital de Córdoba para mantener a su familia.

Según contó Urbano a TN, su mamá nunca denunció lo sucedido y continuó trabajando en la casa de los Lapania. Con el correr del tiempo, el embarazo resultó notorio, y entonces ella les contó a sus patrones acerca del abuso. Urbano señala que su mamá le contó que la respuesta de aquellos fue presionarla para que aborte y echarla del trabajo.

Marta Urbano continuó con el embarazo y en septiembre de 1963 nació Marcelo. Este admite que creció con carencias  económicas, pero que su mamá siempre estuvo presente. Cuenta que cuando preguntaba por su padre siempre recibía evasivas hasta que, ya de adolescente, su mamá le respondió. “Me decía que él era un millonario y a mí me parecía una fantasía”, dice el albañil.

Según consta en la resolución, difundida por el periodista Mariano Nievas (Mitre, Córdoba) y reproducida por TN, Eduardo Lapania declaró que nunca fue informado del nacimiento de Marcelo.

A mediados de los 80, cuando este cumplió 21 años, viajó a Buenos Aires con un amigo y acordó un encuentro con su padre. “Me junté con él en un bar de Recoleta y le dije que era hijo suyo. Me negó todo, se levantó y se fue”, relató. Nunca más volvieron a tener contacto.

En 2019, Urbano acudió a la Justicia, y el caso generó dos pruebas de ADN: una, realizada en el Laboratorio de Inmunogenética y Diagnóstico Molecular; la otra -a pedido del demandado-, en el Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba. Ambas ratificaron que Marcelo Urbano es hijo biológico de Eduardo Lapania.

La bodega Don Cristóbal, ubicada en Mendoza, exporta vinos a más de 15 países. De acuerdo a la bio de su cuenta de Instagram, Lapania es cónsul honorario de Bélgica. Pese a las evidencias, persiste en negar el vínculo.

“Ahora me llamo Marcelo Urbano Lapania. Así lo determinó la Justicia. Ya soy heredero de esta persona, y le inicié un juicio civil por daño moral y falta de oportunidades, porque yo no pude estudiar ni tener la vida que tuvieron mis hermanos de sangre”, afirmó el albañil. La demanda supera los $ 100 millones. "Si me hubiese reconocido mi vida habría sido más fácil, a mí no me va a cambiar nada el dinero. A lo mejor, a mis hijos y a mis nietos sí”, manifestó Marcelo.

Temas Córdoba
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios