30 Enero 2022
Saltos del Moconá, Misiones
No cabe duda de que necesitamos salir. Tanto tiempo de convivir con esta nueva normalidad nos hace exprimir como un limón cada encuentro y cada viajecito que podemos meter en medio de la rutina.
Acá estamos, con ansias de quemar los últimos cartuchos del verano y con muchas ganas de pasarla bien, sea en modo tradicional con comparsa, sambódromo y todas las plumas, sea en formatos más relajados o de naturaleza, la idea es aprovechar lo máximo que se pueda.
Gualeguaychú, Entre Ríos
Si hablamos de carnaval, esta ciudad entrerriana va a la cabeza de la clásica celebración. Su cercanía con Buenos Aires (227 km) la hace muy tentadora para la típica escapada, si lo que querés son carrozas, música y baile. El sambódromo tiene una capacidad para 27 mil personas sentadas en sus tribunas y, bajo estrictos protocolos sanitarios, presenta cinco comparsas todos los sábados y los feriados de carnaval (domingo 27 y lunes 28 de febrero). Las entradas se compran online en este link y allí también podés consultar los requisitos sanitarios para ingresar.
Capilla del Monte, Córdoba
Este destino es ideal para escalar el Cerro Uritorco, actividades de astroturismo y animarte al parapente.
Qué hacer: Esta ciudad cordobesa está consolidada como destino energético, encierra una mística que la hace única porque ofrece una energía especial relacionada con avistamientos y el encuentro con la espiritualidad. Puesto Pavón, al que se accede desde Capilla del Monte, es un cielo certificado como uno de los mejores del mundo para realizar avistajes con guías que hacen una reseña sobre las constelaciones y los planetas.
Colonia del Sacramento, Uruguay
Ideal para recorrer sus callecitas empedradas, tanto caminando como en bicicleta. A un cruce de Buquebús por el Río de la Plata, esta ciudad uruguaya histórica ha sido declarada por la UNESCO como Patrimonio Mundial. El viaje dura un poco más de una hora de reloj, ya que la distancia en línea recta entre Buenos Aires y Colonia es de apenas 50 kilómetros.
Qué hacer: No necesitás trasladar tu vehículo en la bodega ni alquilar un auto para recorrerla, sino más bien ponerte calzado cómodo o alquilar una bici. Su tamaño amigable y la escasez de motores te invitan a un modo slow. La tradicional Calle de los Suspiros es la postal infaltable para los románticos o tan sólo para instagramear. Subir al Faro, visitar la Plaza de los Toros, recorrer el muelle con sus atardeceres y la playa Ferrando, todo está a un paso de distancia y se puede conocer sin necesidad de auto. Es una oportunidad si necesitás desenchufar de motores y preferís las caminatas por lugares pequeños y pintorescos.
Ramallo, provincia de Buenos Aires
Ideal para cuando querés hacer turismo de cercanía: son sólo 214 kilómetros por autopista Panamericana Ramal Campana.
Qué hacer: Sobre las barrancas, en el delta norte donde se encuentra el tramo más ancho del río Paraná, con 3 kilómetros de playa, esta ciudad es ideal para actividades náuticas con y sin motor tales como kayak o windsurf. Las excursiones a las islas de enfrente invitan a meterse en territorios bien agrestes ya que no están explotadas.
También el rural bike off road que pasa por caminos de tierra y recorre paisajes campestres, se presenta como un buen mix de descanso y actividad física lejos del cemento.
Saltos del Moconá, Misiones
Ideal para meterte de lleno en la selva misionera y palpar a fondo la tierra colorada. Ubicada a 230 km de la ciudad de Posadas se encuentra El Soberbio, ciudad más próxima a los saltos. Estos tienen entre 5 y 10 metros de altura que conforman un cañón de 3 km del río Uruguay, en la frontera entre nuestro país y Brasil. Son caídas de agua paralelas al cauce del río, lo que las hace únicas en su tipo en el mundo.
Qué hacer: Si bien la visita a los saltos es un must, debe consultarse previamente si está habilitado el Parque Provincial Moconá en la reserva de la biosfera Yaboty, ya que la altura de los saltos varía diariamente (www.mocona.misiones.tur.ar, todos los días de 9.30 a 17 horas).
Delta del Tigre, provincia de Buenos Aires
Ideal para las que no tienen ganas de manejar o las que quieren aprovechar el tiempo al máximo estando acá nomás. Es como frotar la lámpara de Aladino, pedir el deseo de estar en un lugar soñado y, en un abrir y cerrar de ojos, sentir que te teletransportaste.
Tomando una lancha taxi o la colectiva, llegás en 15 minutos de navegación a la primera sección del Delta al arroyo Esperita.
Qué hacer: Desenchufar, respirar aire puro, nada más y nada menos. Vivir la experiencia de llenarte de naturaleza a un paso de la ciudad, refrescándote en el río, explorando, combinando caminatas, contemplación y mucha paz.
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