Liderazgo 2023

El año electoral pasó y las fuerzas comienzan a acomodarse para las elecciones provinciales de 2023. Los resultados de las primarias y de las generales dejaron un escenario político diferente en Tucumán, con nuevos protagonistas y perspectivas. Tanto en los sectores mayoritarios del oficialismo como de la oposición ya miran hacia lo que vendrá.

Si bien habrá un parate natural, en los diferentes sectores saben que no tienen demasiado tiempo para perder. El receso se dará en algunos armados por el “estrés” generado por las peleas intestinas y en otros, los vinculados a lo institucional, por la necesidad de concentrar las energías en garantizar la contención social para pasar un diciembre sin sobresaltos.

Dirigentes de distintas extracciones políticas enfrentarán desafíos para llegar a las elecciones, donde pondrán todo en juego, lo mejor posicionados posible. La particularidad en esta oportunidad es que en los dos armados que más votos consiguieron este año, aunque con diferentes matices, la meta es similar: lograr mantener la unidad. Esto se debe a que hay una conclusión que la clase política aprendió en las urnas este año: “nadie puede solo”.

Grietas en las dos veredas

En el oficialismo provincial, saben que la reunificación tras la feroz confrontación entre el manzurismo y el jaldismo es un asunto sostenido con alfileres. Si bien tanto el jefe de Gabinete nacional, Juan Manzur, como el gobernador Osvaldo Jaldo sostienen que los bandos quedaron en el pasado, parte de la tropa no termina de digerir el acuerdo. De todas maneras, en los círculos cercanos a uno y otro dan por sentado que la próxima fórmula para la gobernación se negociará. Descartan que, por ejemplo, Manzur vuelva eventualmente para postularse a vicegobernador porque consideran que prefiere proyectarse para ser presidenciable. Y mucho más teniendo en cuenta los movimientos que se están gestando entre los gobernadores peronistas que él lideraba hasta ascender a la Nación. Los titulares de diferentes distritos lideran una iniciativa para llevar una propuesta propia que compita por la Rosada dentro del Frente de Todos.

Hay una parte del manzurismo más duro que no está tan segura de que Manzur “le regale” la conducción a Jaldo y que considera que podría haber una puja interna ¿Manzur impondrá un candidato a vice o habilitará a sus dirigentes a pelear por la gobernación? No hay respuestas contundentes ni coincidentes entre sus cercanos. Al margen de lo que suceda, está claro de que Jaldo correrá con la ventaja de contar con casi dos años al frente del Ejecutivo. En el jaldismo están convencidos de que es un gran “ensayo” y una enorme oportunidad para perfilarse hacia 2023. Además, contar con el aparato y la estructura estatal es gravitante. En ese sector están conformes aunque alertas. Por un lado, porque Manzur abrió puertas en el Gobierno central y porque Jaldo se puso a la cabeza de diferentes gestiones clave. La guardia, sin embargo, sigue alta por cualquier inconveniente no previsto. El tranqueño tiene presente, dicen, que no es su gestión, pero que es su responsabilidad mantenerla a flote por las aspiraciones propias y las del “proyecto”. Según sus allegados, quiere ir imprimiendo su impronta de manera más fuerte en los próximos meses ¿Qué implica? Mucha presencia del gobernador en todos los asuntos posibles. En la lista de hechos que dejan conformes a los oficialistas por ahora están la llegada de recursos mediante el fondo fiduciario que permitirá emprender obras públicas; el cambio de ministro en el área de Seguridad y el cronograma de pago para los estatales, entre otros.

En el Palacio gubernamental tienen como objetivo político consolidar el espacio y limar los descontentos. No hay referente que no haga la aclaración de que las elecciones intermedias no se pueden equiparar con las de final de mandato y prevén un panorama mejor para dentro de dos años. Como es costumbre, apostarán a la maquinaria y logística electoral con la que cuentan y al gran número de potenciales candidatos que tienen en todo el territorio que competirán mediante los acoples.

En Juntos por el Cambio el panorama tampoco parece sencillo. Las facciones que resultaron victoriosas de las generales, que lideran el peronista Germán Alfaro y el radical Roberto Sánchez, se plantean como misión fundamental consolidar los consensos porque, a diferencia del Frente de Todos, en el armado confluyen partidos muy diferentes. Son conscientes de que hay diferencias sustanciales en la manera de trabajar políticamente y de gestionar, pero no quieren desaprovechar la ventaja que consiguieron. También hay otros sectores de la oposición que están embarcados en esta empresa y que pretenden mediar para que lo que unió las PASO se mantenga. De hecho, ya hay conversaciones para comenzar con un trabajo técnico para el desarrollo de un plan de gobierno con la intención puesta en los comicios provinciales.

El intendente y el diputado planean caminar la provincia para no descuidar la base política que construyeron, sobre todo en municipios y comunas del interior, y que alimentó el buen resultado.

Una de las fortalezas que apuntan desde distintos grupos es que es un gran capital tener dos candidatos bien posicionados y con potencial, aunque lógicamente en este tiempo ambos se empeñarán en llegar mejor que el otro ¿Integrarán la misma fórmula? ¿Quién cederá a sus pretensiones gubernamentales? ¿Habrá ruptura? Todas las preguntas están abiertas.

¿Un ministerio de Obras Públicas?

En el entorno del gobernador Jaldo comenzó a sonar una versión con fuerza. No es un secreto que el mandatario está disconforme con la manera en la que se gestionan las distintas áreas vinculadas con las obras públicas. Ante la consulta de qué medidas podrían tomarse, distintos referentes jaldistas consignaron que estaría tomada la decisión de avanzar en la creación de un Ministerio de Obras Públicas en los próximos meses. La medida tendría el acuerdo de Manzur, según coincidieron distintos jaldistas. Actualmente, en la estructura gubernamental son nueve los ministerios y la mayoría de las áreas de infraestructura y de servicios dependen del de Economía. Se habrían barajado algunos nombres y la idea sería optar por un dirigente con perfil técnico. En la Casa de Gobierno estarían evaluando mediante qué herramienta se podría llegar a efectuar el cambio y si es necesaria la reforma de la Ley de Ministerios.

La cuestión de las obras mantiene en vilo a Jaldo. Según adelantan, a las reuniones que ya mantuvo en Buenos Aires se sumará esta semana un encuentro con el titular nacional de Vialidad. En el equipo del gobernador esperan que se reactiven proyectos como la construcción de más de 3.000 viviendas del programa Casa Propia; la segunda vía de la ruta 38 en el tramo entre Famaillá y Monteros y la autopista a las Termas de Río Hondo; trabajos de gas natural, plantas transformadoras y canales en Alberdi, Graneros y La Madrid.

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