El crimen de un diputado británico, un acto terrorista

El crimen de un diputado británico, un acto terrorista

Arrestan a Ali Harbi Ali, de origen somalí.

El crimen de un diputado británico, un acto terrorista
18 Octubre 2021

LONDRES, Inglaterra.- La Policía británica identificó como Ali Harbi Ali al hombre de 25 años que el viernes asesinó al diputado conservador David Amess cuando atendía a sus electores en una iglesia de Leigh-on-Sea, en el este de Inglaterra.

El sospechoso, un británico de origen somalí, fue detenido al amparo de la ley de Terrorismo del año 2000. La Policía Metropolitana de Londres (Met), declaró oficialmente el suceso un “incidente de terrorismo” y podrá interrogar al joven hasta el 22 de octubre.

La cadena británica BBC publicó que Ali Harbi Ali fue remitido hace unos años al programa nacional Prevent de prevención del terrorismo, al que se envía, de forma voluntaria, a personas en peligro de ser radicalizadas. Sin embargo, pasó allí poco tiempo y nunca formó parte de ninguna lista de interés de los servicios secretos.

Como parte de la investigación, la Policía llevó a cabo registros en tres domicilios de Londres y el sábado se efectuó la autopsia al fallecido, que murió en la escena del crimen tras recibir varias puñaladas.

La clase política británica y la comunidad musulmana se unió en la repulsa al asesinato de Amess, de 69 años, casado y con cinco hijos, muy querido en su circunscripción electoral.

La ministra británica de Interior, Priti Patel, declaró ayer que se reforzará la seguridad de sus parlamentarios tras el asesinato de Amess, que es el segundo ataque de este tipo en cinco años.

El ataque sembró el desconcierto entre los políticos británicos, que recordaban el asesinato en junio de 2016 de la diputada laborista Jo Cox, antes del referéndum sobre el Brexit, por parte de un simpatizante neonazi.

A raíz del asesinato de Amess, Patel ordenó revisar las medidas de seguridad para los diputados. Unos 650 diputados fueron contactados por las fuerzas de seguridad, y policías protegían los lugares donde se llevaban a cabo encuentros entre los políticos y sus electores. Algunos de ellos informaron que, por el momento, dejarían de realizar estas reuniones presenciales hasta que no se modificaran los dispositivos de seguridad. (Reuters-Especial)

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