Alerta: aumentan las probabilidades de una sequía en el verano tucumano

Alerta: aumentan las probabilidades de una sequía en el verano tucumano

Algunas miradas advierten que el fenómeno de La Niña puede pasar de "moderado a fuerte". Otras sugieren la consolidación de un período seco. Como fuere, se esperan meses con poca agua.

LLUVIAS POR DEBAJO DE LOS PROMEDIOS NORMALES. La temporada de sequía tucumana se considera que va entre julio, agosto y septiembre. No obstante, los expertos coinciden en que el verano también será seco. LA GACETA/FOTO DE INES QUINTEROS ORIO LLUVIAS POR DEBAJO DE LOS PROMEDIOS NORMALES. La temporada de sequía tucumana se considera que va entre julio, agosto y septiembre. No obstante, los expertos coinciden en que el verano también será seco. LA GACETA/FOTO DE INES QUINTEROS ORIO
29 Septiembre 2021

Ha tomado fuerza la posibilidad de que se desarrolle un nuevo fenómeno La Niña. El Climatic Predator Center (CPC) -de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), a criterio científico uno de los mejores centros de monitoreo de las condiciones de los océanos- ha llegado a la conclusión de que las señales de la ocurrencia de este acontecimiento han alcanzado un 80 % de probabilidad.

Con esa predicción coincide la mayoría de los modelos climáticos; entre ello, el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que indica que durante las últimas semanas el escenario climático "acentuó sus rasgos" y el enfriamiento del Pacífico Ecuatorial se ha intensificado considerablemente, lo que aumenta las chances de que, en lugar de un episodio débil de La Niña, como se suponía inicialmente, se desarrolle un episodio moderado o fuerte.

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"Las consecuencias de La Niña en la Argentina son una disminución en el registro de precipitaciones", dice a LA GACETA el climatólogo Darío Ovejero, licenciado en geografía y profesor de la cátedra de Climatología de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT).

Ovejero recuerda que venimos de una Niña que se expresó en el verano anterior y que luego de este fenómeno es perfectamente posible que ocurra otro similar. "En los próximos meses, entre octubre y diciembre, experimentaremos una transición hacia La Niña", añade el especialista. Actualmente, las condiciones del océano son neutrales. No obstante, han comenzado a observarse rarezas en las temperaturas. En las imágenes satelitales que acompañan este artículo, se aprecia un enfriamiento en las aguas sudamericanas. "Eso es claramente el paso de un Niño neutral hacia una Niña. Esas anomalías en las temperaturas, que son las que han advertido los organismos meteorológicos, seguirán disminuyendo", explica.

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La Niña produce un enfriamiento a gran escala de la temperatura de la superficie en las partes central y oriental del océano Pacífico ecuatorial. Esto impacta en el clima de vastas regiones del planeta. En la Argentina, conlleva sequías. En contraposición, El Niño acarrea lluvias. Los primeros efectos de La Niña empezaron a sentirse entre agosto y septiembre de 2020. En noviembre y diciembre de aquel entonces alcanzaron su pico máximo, de acuerdo a los reportes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Tras eso, el Pacífico estaba retornando a sus condiciones neutrales. Pero ese retornó no habría prosperado, a juzgar por las últimas advertencias.

"La Niña no es el único factor que influye en las precipitaciones, pero sí es el más importante", retoma Ovejero. Ante este vaticinio, cuenta que han sonado las alarmas en el sector agropeacuario tucumano, principalmente al este de la provincia, donde se encuentran los sembradíos de soja, maíz y trigo. "Ese sector es el más vulnerable", dice, pues en Tucumán, puntualmente, La Niña causará más calor y más sequías de los esperados.

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No obstante, el parte la Bolsa de Cereales de Buenos Aires advierte de que en el noroeste argentino habrá tormentas severas y desbordes de ríos y arroyos. Esas precipitaciones serán irregulares, con vientos, granizo y aguaceros que causarán anegamientos. "Habrá tormentas y probables inundaciones, pero serán puntuales y tienen que ver con las características del verano en esta región", distingue Ovejero.

La gente del campo no es la única que se asusta con La Niña. La temporada pasada fue fatídica en el país en cuanto a la cantidad y voracidad de incendios forestales. Ante eso, un pronóstico de lluvias que probablemente continúen por debajo de lo normal no resulta alentador. "Se espera un descenso del registro normal de precipitaciones y eso causa preocupación", sintetiza.

- ¿El cambio climático se relaciona con una mayor ocurrencia de la Niña?

- Todos los fenómenos climáticos de origen natural son acelerados ahora por el cambio climático antropógeno, que provoca la subida de las temperaturas mundiales, exacerba los fenómenos meteorológicos extremos y altera las configuraciones de las precipitaciones estacionales.

EN 2020. En un mes del año pasado, la sequía “comió” 3,5 millones de toneladas de soja. LA GACETA EN 2020. En un mes del año pasado, la sequía “comió” 3,5 millones de toneladas de soja. LA GACETA

La lectura que hace el climatólogo Juan Leónidas Minetti, director del Laboratorio Climatológico Sudamericano, es diferente. Según él, los modelos de previsiones han descubierto que en Tucumán -y en esta región, en general- se está produciendo un salto hacia una sequía intensa. Se trata de un período con escasas precipitaciones y que podría prolongarse entre 50 y 70 años,  como ya ha sucedido en otras oportunidades. Pero no adjudica dichas condiciones a La Niña, si no a la sequía que afecta desde hace una década a Brasil y que "se está extendiendo hacia otros países", como Paraguay, Bolivia, y el noroeste argentino.

"No creo que todavía sea correcto hablar de una Niña. Las condiciones en el océano son más parecidas a una neutralidad aún. Lo único que sí es verificable es el crecimiento de la sequía, que cada año es más notorio en Tucumán. Y este verano tendrá esas características. Las lluvias estarán por debajo de lo normal", concluye.

Finalmente, el pronóstico meteorológico a corto plazo indica que para el viernes se espera un descenso de temperatura y ocasionalmente algunas lluvias dispersas. Para la noche del sábado y la madrugada del domingo también se pronostican precipitaciones, pero no serán importantes. De hecho, el mismo domingo, por la tarde, comenzarán a mejorar las condiciones climáticas.


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