28 Septiembre 2021
Con dolor y bronca hemos leído los tucumanos la pág.18 del 26/09 de LA GACETA informando la situación límite de la crisis carcelaria en nuestra provincia que sin dudas ha recorrido el mundo. No es nueva; ya se ocupó nuestro diario en reiteradas editoriales y personalmente he criticado y sugerido urgente con cartas del 23 y 26/07/14, 30/11/19, 21/01/20, 18/05/20, 01/06/20, 30/06/20 y 22/06/21, construir urgente cinco o seis cárceles amplias y modernas, quintuplicar la cantidad de comisarías también amplias y modernas, quintuplicar el número de policías uniformados para que la ciudad capital y todos los pueblos hasta los más humildes de la provincia se sientan protegidos. Desde el año 1950 que trasladaron los presos y demolieron la cárcel en la Av. Sarmiento y 25 de Mayo, hasta hoy, sólo refaccionaron algunas comisarías pero varias siguen en pie tan antiguas como la seccional 2ª. Ahora nada menos que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha denunciado y pedido, diría ha ordenado que “debe cesar la utilización de comisarías como lugares de alojamiento permanente de detenidos”. Inmediatamente el PE ordenó refaccionar aquí, arreglar allá, pasar una mano de pintura queriendo mostrar actos de gobierno que no son ciertos ni la solución a tan grave problema porque no tienen tiempo ni dineros, los están utilizando en la campaña política. También fue noticia internacional, un par de años atrás cuando el gobernador en un acto político sin advertir que estaban abiertos los micrófonos le aconsejó a la funcionaria nacional que nos visitaba, nos conteste sí a todos los problemas y pedidos y que después haga lo que ella quiera. Hoy, no obstante que las comisarías están saturadas de presos, los tucumanos voluntariamente también estamos presos en nuestros domicilios por la inseguridad a toda hora y en todos o cualquier lugar de la provincia.
Ángel Ricardo Salguero
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