24 Julio 2021
YA DEBUTÓ. El juvenil Valentín Barco, ayer en acción. “Colo” ya jugó hace algunos días ante Unión.
Desde que pasó lo que pasó en Belo Horizonte, angústia não tem fim para Boca. Tanto sucedió desde entonces, tantas idas y vueltas hubo, tantos secretos vieron la luz, tantas mentiras se tejieron, que resulta casi una torpeza hablar sobre que hoy, el “Xeneize” tiene que volver a jugar. Pero ¿jugará? En teoría, a las 20.15 debería comenzar el juego por la segunda fecha de la Liga Profesional ante Banfield. Pero después del tremendo mar picado de ayer, eso quedó en tela juego. Al menos, hasta el cierre de esta edición, todo estaba en potencial. Y una opción era jugar con los juveniles de la Reserva, más el colombiano Edwin Cardona (que no fue a Brasil). Es decir, con los mismos chicos que jugaron ayer ante el mismo rival. O sea, una locura.
Veamos cuáles fueron los principales hechos:
1. Luego de la eliminación de la Copa Libertadores ante Atlético Mineiro, el escándalo en la zona de vestuarios, y el retorno al país, se conoció la decisión del Ministerio de Salud: la delegación debía aislarse por una semana por haber roto la burbuja sanitaria. Algo tan razonable como lógico ante la situación epidemiológica.
2. El “Xeneize” había pedido a la Liga Profesional que se postergue no sólo el partido ante el “Taladro”, sino también el que debe jugar el martes con San Lorenzo. Hasta emitió un comunicado oficial sobre un supuesto acuerdo de palabra con Marcelo Tinelli, presidente de la LPF. Pero el directivo y conductor de televisión lo negó. ¿Quién miente aquí, y qué se oculta?
3. Surgió en el medio la idea de solicitar un “corredor sanitario”. Con él, Boca habría salido del hotel donde se aloja para entrenarse y someterse a las pruebas PCR para descartar la covid-19. Luego, trasladarse a Banfield. Terminado el partido, regresar y permanecer hasta el martes cuando enfrente al “Ciclón”.
4. Desde el Ministerio de Salud, en la tarde de ayer, rechazaron el pedido del “corredor sanitario”, bajo una certeza: “la burbuja no se conservó”.
5. La negativa hizo cambiar la esperanza por más nervios. A todo eso, la Reserva ya había jugado (y ganado) ante Banfield, con todos sus titulares. Entonces, la dirigencia empezó a analizar si presentaría o no al equipo ante Banfield. Con la segunda opción asomaron tres palpables sanciones: partido perdido, quita de otros tres puntos de la tabla final del torneo y multa económica cercana al 1,5 millón de pesos.
6. Del equipo de la Reserva, hay sólo siete jugadores que suelen entrenarse con el equipo de Primera. Ellos, más Cardona y algunos juveniles sin roce en la máxima división tendrían que jugar ante el “Taladro”. Una situación inédita para Boca, pero que ya tuvo otros capítulos en otros equipos, por causas que en esencia tiene el mismo núcleo: la pandemia.
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