Ah, “pero Macri...”

En plena historia contemporánea, con el siglo XX languideciendo y la postmodernidad en su apogeo, a la Iglesia católica le llevó más de 20 años dar una pelea doctrinaria interna en favor nada menos que del alma de los niños.

En el lejano siglo V, uno de los Padres de la Iglesia, San Agustín, aventuraba que los pequeños que habían muerto sin recibir el bautismo iban al infierno. Esa idea fue enmendada 800 años después por los Doctores de la Iglesia. Fue en el siglo XIII cuando emergió la idea del “limbo”. Un “lugar” (para asignarle un sustantivo) distinto que el Paraíso, pero también diferente que el infierno. Allí, los pequeños que no habían recibido ese primerísimo sacramento no iban a gozar de la contemplación de Dios, pero tampoco iban a estar atormentados por ello, debido a que, sencillamente, tampoco lo habían conocido.

La clausura del “limbo” asomó con fuerza definitiva 700 años después. En 1984, Joseph Ratzinger (el papa emérito Benedicto XVI), como prefecto para la Congregación de la Doctrina de la Fe, planteó que el “limbo” era tan sólo “una hipótesis teológica” frente al dilema de los niños no bautizados. Juan Pablo II avanzó hacia la clausura de ese espacio a medio camino entre la salvación y la perdición: en el Catecismo publicado en 1992, el “limbo” ya no figura. En 2005, ya en el pontificado de Benedicto XVI, se reúne la comisión teológica internacional que el año anterior Juan Pablo II le había encomendado crear a quien sería su sucesor. Ese año trasciende que al misterioso lugar le quedaba poco tiempo de existencia. Las conclusiones de los teólogos llegaron en 2006: el “limbo” estaba terminado. Existen “serias razones teológicas para creer que los niños no bautizados que mueren se salvarán y disfrutarán de la visión de Dios”, puntualizó ese estudio, publicado finalmente en 2007. Las puertas del “limbo” quedaban definitivamente cerradas.

O eso se creía hasta hace unos días…

De “ser único” a “estar solo”

El “limbo”, desgraciadamente, se ha reabierto. Por fortuna (o por gracia de Dios, para los creyentes), ya no se mete con los bebés de pecho. Ahora es de neto corte financiero y van a parar ahí los países que no han logrado redimir sus cuentas públicas. ¿Qué Estado se encargó de reinaugurarlo? Ninguno ni nadie más que la Argentina. Porque, hay que reconocerlo, se sabía que la calificadora de crédito Morgan Stanley Capital Internacional (MSCI) muy probablemente iba a bajarle la calificación a esta incomprendida (y a menudo incomprensible) república. Habíamos logrado trepar en 2018 a la categoría de las “Economías Emergentes” y se esperaba que ahora nos mandaran al descenso: a la liga de las “Economías Fronterizas”. Sin embargo, no quedamos ni en una ni en otra: fuimos a parar a un limbo: “mercado independiente”. La situación, específicamente, es la “standalone”. Que fue traducida como “ser único” apelando a los traductores online. Pero que admite otras lecturas en español. Por ejemplo, “estar solo”. Que se parece bastante más a la realidad.

La situación es sumamente compleja. Pero, afortunadamente, el Gobierno nacional brindó un detalle exhaustivo de las razones por las cuales, más que reubicarnos en el concierto económico de las naciones, acabamos de caernos del mapa. “Esto es legado de Mauricio Macri”, explicó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.

La fundamentada explicación del Gobierno que nos cuida deviene holística. No sólo sirve para entender cómo es que el país se viene despeñando, sino que también es útil para comprender la totalidad de los males de la patria. Frente a los cuatro años del pasado gobierno hereje, que reabre el “limbo” desautorizando a los teólogos vaticanos, surge una doctrina de fe kirchnerista: “… Pero Macri”.

Con los dedos en “V”

El actual Gobierno, en lugar de negociar con todos los laboratorios productores de vacunas, decidió apostar por AstraZeneca (cuyos productos y contratos también fueron a parar a algún limbo). Pfizer prometió 13 millones de vacunas en retribución a que este fue el país que más voluntarios aportó a las pruebas de su medicamento, que brinda dos dosis idénticas, pero el Gobierno no avanzó con las negociaciones. Tampoco con Johnson & Johnson, que produce un inmunizante de una dosis. Por el contrario, jugaron a pleno por la Sputnik V, que brinda dos dosis, sin que hubiera garantías (como se ve desde hace meses) de que Rusia tuviera capacidad para producir el segundo componente a gran escala. Ah, “… pero Macri” es un conservador y ellos, en la Década Infame, te regalaban una alpargata antes de las elecciones y te decían que si les iba bien te iban a dar la otra. Así que no tienen autoridad para hablar…

El Gobierno que montó un vacunatorio VIP para amigos y familiares decidió rendirles un “homenaje” a los 92.000 muertos por la pandemia. Ese es el total de fallecidos durante la primera ola, cuando no había vacunas, y durante la segunda, cuando ya había vacunas pero las autoridades hacían naufragar los acuerdos con laboratorios de EEUU. O sea, ahí hay miles que nunca recibieron las dos dosis. Y miles que nunca accedieron a la primera, siquiera, mientras padres, hijos, amigos y militantes del oficialismo se tomaban fotos con los dedos en “V”. Ah, “…pero Macri” dijo que la covid-19 es como una “gripecita” así que no digan nada…

El procurador del Tesoro, Carlos Zannini, se certificó de “vacunado VIP” junto con su esposa tras inocularse como “personal de salud”. Y, por toda disculpa, declaró arrepentirse de no haberse tomado la foto como los privilegiados jóvenes de La Cámpora, que se ofrecieron valientemente para demostrar que la vacuna no era “veneno” como decía “la opo”. Él declara ahora que los familiares de las víctimas del atentado a la Argentina mediante la voladura de la AMIA “tienen miedo de saber la verdad”. Ah, “…pero Macri” viajó a Estados Unidos y se hizo vacunar allá. Y además de cipayo, es tan avaro que ni siquiera pagó la dosis…

Mundialmente secreto

Siendo jefa de Estado, la ahora vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner firmó un “memorándum de entendimiento” con Irán en torno del atentado de la AMIA. Aunque desde la creación de la Sociedad de Naciones, tras la Primera Guerra Mundial, la diplomacia es pública y abierta, este tratado internacional se firmó en secreto con los denunciados de ser los autores ideológicos del peor atauqe terrorista de la historia de esta nación. Con ellos, de manera conjunta, se iba a crear la “Comisión de la Verdad”. El argentino a cargo de la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) abocada específicamente a investigar ese ataque (Néstor Kirchner fue quien creó la UFI para que fuera la Justicia argentina y sólo ella la que investigara) apareció muerto en su departamento en la víspera de acudir al Congreso a brindar detalles de por qué le imputaba a la entonces Presidenta el delito de traición a la patria por la firma del memorándum. Ah, “… pero Macri” mandaba a espiar inclusive a sus familiares, así que no tienen espaldas morales para abrir la boca...

Muy relajados

El 7 de abril, el presidente Alberto Fernández anunció nuevas restricciones para disminuir la circulación de personas. “Argentina entró en la segunda ola de contagios”, estableció esa vez. Una semana después, el 14, al explicar la suba de los contagios que repercutían de manera alarmante en la capacidad de respuesta de clínicas y hospitales, responsabilizó al sector privado de la salud: “El sistema sanitario también se ha relajado”, afirmó. Ah, “… pero Macri” convirtió el Ministerio de Salud en Secretaría. Así que, seguro, con él en el poder nos hubiera ido infinitamente peor en la pandemia…

El Gobierno decretó que, desde el lunes pasado, se reduce el cupo de pasajeros que pueden ingresar a la Argentina por avión: baja de 2.000 a 600. Miles quedaron, primero, varados fuera del país. Después, directamente, quedaron abandonados: el martes, la Casa Rosada resolvió que no va a asistir a los argentinos a los que les reprogramaron los vuelos.

La medida fue celebrada en las redes sociales no sólo por militantes kirchneristas sino también por periodistas autodenominados “del espacio progresista”, que se mofaron de los compatriotas que no pueden volver al país: les recomendaron que se pongan a lavar platos. Lástima que no contrastaron que el salario mínimo de un lavacopas en Estados Unidos varía entre los U$S 1.400 (Miami) y los $ 2.100 (Nueva York) mensuales, contra los U$S 160 de la Argentina. La respuesta oficial fue que, antes de viajar, todos firmaron declaraciones juradas en las que asumen el riesgo de que haya cambios en los planes de viaje estipulados. Es decir, se inaugura en el país la posibilidad de que los ciudadanos puedan renunciar, a sola firma, a derechos constitucionales básicos como salir, entrar y transitar en este país.

Ah, “…pero Macri” se fue de Argentina en plena pandemia, así que cuando vuelva se va a tener que aislar en un hotel. Y va a tener que pagarlo él. Tome para que aprenda…

Tomando nota

Oscar Centeno, chofer de Roberto Baratta (mano derecha de Julio de Vido en el Ministerio de Planificación Federal) registró detalladamente en numerosos cuadernos el circuito regular de pagos de coimas que, durante las presidencias de Cristina, empresarios de la obra pública les efectuaban a funcionarios de primera y segunda línea del Gobierno. Medio año después del final del mandato kirchnerista, el 16 de junio de 2016, el ex secretario de Obras Públicas, José López, fue filmado cuando llevaba a un convento un bolso con más de U$S 9 millones. Era plata suficiente para construir un barrio de 130 viviendas.

Después empezaron a declarar, como imputados, como “arrepentidos” o como meros testigos, empresarios y funcionarios en la causa “Cuadernos de la Corrupción”. Y las cárceles empezaron a poblarse de poderosos del sector público y privado. Los mismos que a partir de 2019 empezaron a quedar excarcelados de a veintenas. Ah, “…pero Macri” tiene tres diputados en el Congreso a los que la Justicia investiga para saber si se quedaban con parte del sueldo de sus colaboradores, así que todos mudos…

Libres de culpa y cargo

Hay que ser muy necio para no darse cuenta de que la culpa de todo lo tiene el Gobierno que ya no está. Los argentinos ya valoraron en las urnas, hace dos años, que los fracasos del gobierno de Macri pesaban mucho más que los aciertos, y entonces le negaron la reelección en la primera vuelta, nomás. Lo que muchos ignoraban, al parecer, es que aun no siendo Presidente también es responsable de los yerros oficiales actuales, respecto de los cuales el oficialismo no tiene nada que ver.

Por cierto, si un político derrotado que está fuera del poder (e, incluso, que está fuera del país) sigue provocando estragos “oficiales”, lo único que queda por concluir es que ejerce un “poder oculto”. Oscuro. Maligno. Propio de aquellos apóstatas capaces de contradecir santidades y reabrir limbos. El abogado y dirigente Juan Grabois lo sintetizó el mes pasado en una palabra: “anticristos”. Bendito sea el actual gobierno, tan libre de culpas y cargos…

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