El huracán Marie

El huracán Marie

La historia de Marie Curie vuelve a ser contada en Radioactive, una película recientemente estrenada en Netflix, como también en la biografía -que lleva el nombre de la científica- de Ariadna Castellarnau, publicada por RBA dentro de la colección Grandes mujeres

Radioactive. El filme de Netflix muestra cómo Marie salta las vallas del machismo, el antisemitismo, la xenofobia y los daños que le causaban sus investigaciones. Radioactive. El filme de Netflix muestra cómo Marie salta las vallas del machismo, el antisemitismo, la xenofobia y los daños que le causaban sus investigaciones.

Los logros de Marie Curie son impactantes. Es la única persona que ganó un premio Nobel en dos disciplinas científicas. Fue el motor de una familia con otros cuatro miembros que también lo recibieron, configurando otro caso inédito. Es la “pionera absoluta” -dice Rosa Montero, a quien entrevistamos para este suplemento en 2013 a raíz de la publicación de un libro que tiene a Curie como protagonista-. La primera mujer en ganar un Nobel, la primera en licenciarse en Ciencias en la Sorbonne, la primera en doctorarse en Francia, la primera en tener una cátedra. La primera persona en medir la radiactividad y la primera en morir por ella.

Nacida en Varsovia, en 1867, era hija de un profesor de enseñanza media de Física y Matemáticas, quien alentó a Marie a adentrarse en esos campos.  Al no poder seguir estudios de educación superior por ser mujer, se formó de manera clandestina en su ciudad natal y a los 24 años continuó su camino en París. En 1903 compartió el Nobel de Física con su marido Pierre Curie y el físico Henri Becquerel por sus investigaciones sobre la radiación. En 1911 ganó, esta vez individualmente, el premio Nobel de Química por el descubrimiento del radio y el polonio.

La película de Netflix muestra cómo Marie salta las vallas del machismo, el antisemitismo, la xenofobia y los daños que le generaban sus investigaciones. Afincada en París, para dejar atrás la opresión de su país natal, encuentra allí rechazos sucesivos. Se impone, no obstante, en un mundo académico misógino. Primero gracias a la alianza afectiva y científica -no desprovista de choques-  con su marido; luego, ya viuda, sola contra todos. Arremete en un mundo de hombres y enfrenta las estigmatizaciones por su vida liberal y su condición de judía, atea y polaca.

La película va y viene en el tiempo. Apela a flashforwards que muestran algunas derivaciones de su trabajo -lo bueno (grandes adelantos médicos) y lo malo (Hiroshima y Chernobyl)-. Vemos las distintas caras de una vida de entrega a la ciencia, con saltos en el conocimiento y estragos en su propia salud como también en las de su marido y en la de una de sus hijas.

Sobre el final, la vemos junto a su hija Irene -quien también ganará un Nobel junto a su marido- manejando una camioneta -Marie fue una de las primeras mujeres en tener carnet de conducir- que traslada sus equipos de rayos X para salvar vidas en el frente, durante la Primera Guerra. Se hicieron más de un millón de placas con esos equipos.

Su otra hija, Eve, fue la autora de la primera biografía sobre su madre y se casó con Henry Labouisse, el quinto miembro de la familia en recibir un Nobel, en su caso en nombre de Unicef, institución de la que era director.

Radioactive es un film con altibajos, en el que sobresale la interpretación de Rosamund Pike. Transmite los rasgos centrales de un temperamento que transformó a Marie en un ícono en muchos campos más allá del científico, como el del feminismo y el de la lucha contra la discriminación y, en general, contra toda adversidad.

© LA GACETA

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