06 Mayo 2021
Lanzamiento del cohete. Foto Ju Zhenhua
Ante la inminente caída de los restos de un enorme cohete chino, las principales agencias espaciales internacionales y los organismos de defensa del mundo están en alerta.
Se trata del Long March 5B, vehículo transportador de una nave espacial enviado al espacio por China, lanzado la pasada semana. Luego de poner en órbita las nuevas instalaciones, parte del cohete, que medía casi 50 metros, volverá a ingresar en la atmósfera. Aunque previsiblemente la mayoría de estos trozos se desintegren antes de llegar al suelo, el problema es que algunos restos impactarán en el planeta, pero se desconoce el lugar exacto y la fecha precisa en las que caerán.
“El Comando Espacial de EE.UU. está al tanto y rastrea la ubicación del Long March 5B en el espacio, pero su punto de entrada exacto a la atmósfera de la Tierra no se puede identificar hasta unas horas antes de su reentrada, que se espera alrededor del 8 de mayo”, dice el comunicado del portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Mike Howard.
Hasta el momento se sabe que la inclinación orbital del Long March 5B es de 41,5°, lo que significa que el cuerpo del cohete podría aterrizar a latitudes tan al norte como las ciudades de Nueva York, Madrid y Beijing, y tan al sur como el sur de Chile y Wellington, Nueva Zelanda.
Pero esto no quiere decir que esas localidades sean los lugares marcados en los que pueden caer los escombros espaciales, según explica la cadena ABC.
Estos lugares delimitan una franja que rodea todo el globo y que es susceptible de recibir los restos; aunque la mayoría de todo ese terreno es agua, por lo que lo más probable es que terminen en el océano.
Los astrónomos han querido tranquilizar a la población afirmando que en la mayoría de casos, este tipo de cuerpos normalmente cae en los océanos, que suponen el 70% de la superficie terrestre.
Cuándo ingresará el cohete chino en la atmósfera
La Corporación Aeroespacial estima que podría ocurrir el 9 de mayo. Igualmente hay un margen de error de más o menos 28 horas. La agencia espacial rusa Roscosmos también ha activado sus sistemas de rastreo y sus cálculos indican que existe una ventana de reentrada entre la noche del 7 y la tarde del 9 de mayo.
El cuerpo vacío del cohete se encuentra ahora en una órbita de 162 por 306 kilómetros de altitud, según el seguimiento espacial de EE. UU., por debajo de una órbita inicial de 170 por 372 kilómetros. Sin la capacidad de reiniciar sus motores, la etapa central, de aproximadamente 30 metros de altura y 5 metros de diámetro, será arrastrada hacia la Tierra. Las fluctuaciones atmosféricas y otras variables, además de la alta velocidad a la que viaja el cuerpo, provocan que no se pueda saber aún con precisión cuándo y dónde podrían caer algunos de los restos.
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