Ternura y risas para el retorno del cineclub La Linterna Mágica

Ternura y risas para el retorno del cineclub La Linterna Mágica

Tras el parate forzado del año pasado y con un ciclo dedicado a Charles Chaplin vuelve una propuesta clásica.

ÍCONO GLOBAL. Fotograma coloreado de “El pibe”, que cumplió el 6 de febrero un siglo de su estreno. ÍCONO GLOBAL. Fotograma coloreado de “El pibe”, que cumplió el 6 de febrero un siglo de su estreno.
23 Marzo 2021

El título del ciclo resume una idea que reúne dos de los sentimientos más puros que transmite el cine: “Por amor al humor de Carlitos Chaplin” se bautizó el retorno de La Linterna Mágica, esta noche desde las 21 en El Círculo de la Prensa (Mendoza 240), con entrada libre y gratuita y sorpresas para el público.

El cineclub regresa tras el parate forzado por la pandemia, con un tributo especial que se prolongará durante el resto del mes y todo abril. En total se proyectarán seis filmes, entre mudos y sonoros (ver “La agenda”). Para la inauguración se reservó “El pibe”, una elección que no fue casual: el 6 de febrero se cumplió un siglo de su estreno.

El acto de apertura será con un homenaje a Gaspar Risco Fernández y la presentación del libro “Ingmar Bergman, del kairós de la imagen al cine sacramental”, compilado por Ramón Eduardo Ruiz Pesce.

La trama de “El pibe” comienza cuando una madre soltera de escasos recursos decide abandonar a su bebé, con la esperanza de que una familia rica lo adopte. Pero el pequeño terminará en manos de un vagabundo interpretado por Chaplin. Cuando el niño (interpretado por el debutante Jackie Coogan, quien luego será el Tío Lucas en la serie televisiva “La familia Adams”) llega a los cinco años, la lucha por la supervivencia y por permanecer juntos será una aventura.

“Que ‘El pibe’ haya cumplido 100 años y ‘Tiempos modernos’ llegue a los 85 años, y las sigamos viendo con el mismo deleite, que nos hagan reír y llorar en cada proyección, quiere decir que su lenguaje y sus historias son universales, llegan a todos y nos conmueven por igual. Cada vez que vemos esas películas nos sentimos tocados en lo más profundo de nuestra sensibilidad, a pesar de que comparado con el cine de hoy, Chaplin podría parecer algo primitivo desde lo técnico. Eso nos muestra que para contar una buena historia hace falta algo más fórmulas narrativas y tecnología”, le dice a LA GACETA Alberto González, codirector de La Linterna Mágica.

- ¿Por qué hay que ver a Chaplin actualmente?

- Hoy no podemos explicar la historia del cine sin Chaplin. Su filmografía nos ayuda a entender las primeras décadas del siglo XX de una manera más simple y directa que muchos libros de historia. Si nuestra civilización desapareciera sin dejar rastro y solo se salvara una de sus películas, se podría reconstruir cabalmente lo que fue el hombre y sus circunstancias en esa época. Fue el primer gran ícono del cine en irradiarse a escala global. Junto a otros grandes de su tiempo, como Buster Keaton, fundieron las artes escénicas (como la comedia física de golpes y porrazos) en un nuevo medio que comenzaba a balbucear un lenguaje propio. No solo daba vida a su personaje delante de cámara sino que era creador, guionista y director de sus películas realizadas de manera artesanal. Su legado es atemporal, tanto en lo formal del lenguaje cinematográfico que contribuyó a fundar como en la ternura y humanidad de sus películas.

- ¿Fue de los pocos que logró sortear exitosamente el tránsito del cine mudo al sonoro?

- Ese paso fue traumático para los grandes creadores, también para Chaplin. “El pibe” pertenece al período del cine mudo, y “Tiempos modernos” es una película sonora que decide filmar bajo los cánones anteriores. En ella y sobre todo en “El gran dictador” hay una mirada más autoral y política, con críticas a la explotación humana del industrialismo y al nazismo. Gana en actualidad, pero va perdiendo la frescura y el encanto de sus películas mudas y de su célebre personaje, el vagabundo.

- ¿Su cine fue político?

- Jean-Luc Godard decía que la elección del encuadre de la cámara era ya una opción ética. Quería decir que toda película, aun siendo un fenómeno estético, implica una toma de posición sobre el mundo y el ser humano. Los personajes de Chaplin siempre tuvieron un fuerte contenido de crítica social: su vagabundo no tiene para comer, es un desclasado. A partir de la década del 30, ya en el apogeo de su fama mundial, es evidente que busca articular un discurso más explícitamente político sobre la realidad de su tiempo.

La agenda
Filmes y días

El ciclo dedicado a Charles Chaplin se realizará los martes a las 21, siempre en El Círculo de la Prensa. Comenzará hoy con “El Pibe” y continuará con “Tiempos modernos” en una semana. En abril se verán “El gran dictador” (el 6); “Candilejas”, (el 13); “La quimera del oro”, (el 20); y “El circo” (el 27).

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