Otro escándalo sacude al fútbol

Otro escándalo sacude al fútbol

Una mujer denunció abuso sexual en una fiesta en la que hubo cuatro jugadores de Vélez

05 Diciembre 2020

Mientras Vélez pasa por un buen momento futbolístico luego de aplastar a Deportivo Cali por la Sudamericana y jugarse hoy la clasificación a la fase Campeonato de la Copa Diego Armando Maradona, fuera de lo deportivo atraviesa una situación preocupante. En las primeras horas del jueves, una mujer de 28 años denunció que fue abusada sexualmente en una fiesta realizada en la casa que alquila Juan Martín Lucero, jugador del club, en la que también habrían estado Ricardo Centurión, Thiago Almada y Miguel Brizuela. Por la gravedad del hecho, desde el club decidieron que los cuatro implicados no formen parten de la delegación que hoy debe enfrentar a Patronato, en Paraná.

“En el caso de que imputasen a los jugadores, inmediatamente se elevará un pedido al presidente y a la comisión directiva para la separación preventiva de los protagonistas del plantel”, explicó Paula Ojeda, directora del Departamento de Género del club.

El testimonio de la presunta víctima fue dado ante personal del comando de Patrullas de San Isidro. La mujer declaró que en la fiesta de la casa del Country Camino Real había casi 20 personas. Vale aclarar que la reunión tiene carácter de ilegal debido a las restricciones por el brote de coronavirus. La causa quedó a cargo de la fiscal, Laura Zyseskind.

Según lo declarado por la mujer, un hombre de apellido Acuña fue quien habría perpetrado el abuso. Centurión y otra mujer habrían estado en la habitación al momento del hecho. Al delantero del “Fortín” se lo cita como “cómplice”. Hasta la tarde de ayer, Lucero fue el único que declaró e intentó esclarecer el hecho, al mismo tiempo en que se desligó del delito.

También declaró una amiga de la presunta víctima, según cita la web del canal TyC Sports. Según ella, la denunciante manifestó su interés en Almada y que cerca de las 21.30 vio a su amiga subir a la planta alta junto con el jugador. Un rato más tarde, la fue a buscar pero se encontró con la puerta cerrada. Luego de bajar y volver a subir, encontró esa misma puerta abierta y vio a la denunciante “desmayada en la cama, con una jarra de plástico en la mano y a un sujeto que describió de contextura robusta, pelado, de remera gris y bermuda de jean, saliendo del cuarto, subiéndose los pantalones y riéndose”.

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