25 Noviembre 2020
SAN PABLO, Brasil.- La muerte de Joao Alberto Silveira Freitas a manos de guardias de seguridad en un centro comercial Porto Alegre es, en opinión de la ONU, un ejemplo “extremo” de la violencia que padece la población negra en Brasil, aún “demasiado común”, por lo que ha abogado por emprender reformas de calado que contribuyan a solventar “el racismo y la discriminación estructurales”
Una portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, aseguró que el crimen contra Freitas debería ser condenado por todos. El Gobierno, añadió, tiene una responsabilidad particular a la hora de reconocer el problema subyacente a este caso y subsanarlo.
Shamdasani recordó que ese racismo está documentado y que los datos oficiales muestran que los afrodescendientes figuran de una forma “desproporcionadamente alta” entre las víctimas de homicidios y la población penitenciaria, al tiempo que son casi invisibles en la toma de decisiones. “El legado del pasado sigue presente en la sociedad brasileña”, añadió. Habló de reformar leyes, instituciones y políticas para zanjar cuestiones como los estereotipos raciales y mejorar el conocimiento de la cultura e historia afrodescendiente.
Asimismo, llamó a esclarecer si la Policía está haciendo un uso innecesario y desproporcionado de la fuerza contra las personas que se manifiestan para protestar por este caso. (Europa Press)
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