El cine tucumano arrasó con los premios

El cine tucumano arrasó con los premios

La potencia creativa de directores, actrices y actores de la provincia se confirmó ayer, cuando se anunciaron los ganadores del 15° Festival Tucumán Cine Gerardo Vallejo.

CONSAGRADA. Mención póstuma para Rosario Bléfari, por “Planta permanente”. CONSAGRADA. Mención póstuma para Rosario Bléfari, por “Planta permanente”.

La potencia y calidad del cine tucumano logró un avance consagratorio ayer, cuando tres producciones de realizadores locales se impusieron en sendas categorías al cierre de la edición virtual del Festival Tucumán Cine Gerardo Vallejo, organizado por la Dirección de Medios Audiovisuales del Ente Cultural de la Provincia.

Si alguien hubiese apostado a un pleno absoluto de estas dimensiones, habría hecho saltar la banca; y no porque los reconocimientos no hayan sido merecidos según la decisión de los jurados, sino porque ni los más optimistas auguraban un resultado tan categórico en respaldo de la producción surgida de tucumanos. Se esperaba algún premio, en la continuidad de la línea que habían trazado “El motoarrebatador” en 2018 (mejor película latinoamericana) y “Bazán Frías, elogio del crimen” el año pasado (mejor filme argentino). Pero lo logrado excedió todo.

Los antecedentes permitían preveer una buena cosecha, en especial de la mano de “Planta permanente”, la película de Ezequiel Radusky sobre dos empleadas de limpieza del sector público que montan un bufete en el edificio donde trabajan y que para poder licitar legalmente ese emprendimiento deben renunciar a sus cargos. Peleas, resentimientos, amistades dañadas por el interés y la corrupción política confluyen en una historia que venía precedida de premios y elogios.

Y ayer se confirmaron las previsiones. “Planta...” fue elegida por unanimidad por el jurado integrado por Viviana Saavedra, Bárbara Sarasola-Day y Alberto García Ferrer, como la ganadora de la competencia Latinoamericana. “Desarrolla -a partir de un guión bien estructurado, con una efectiva puesta en escena y un destacado trabajo interpretativo- un relato (como un fresco social) que nos  introduce en el escenario en el que tres mujeres, a través de sus posiciones y relaciones laborales, personales y afectivas, enfrentan sus vidas, desde el conflicto, el afecto y la desigualdad de oportunidades”, dice el dictamen del jurado. El premio implica $200.000.

A este reconocimiento se sumó la mención especial otorgada por la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (Sagai) por su actuación a Rosario Bléfari, quien falleció hace pocos meses, coprotagonista del filme rodado en Buenos Aires junto a Liliana Juárez.

En esta categoría internacional, los evaluadores reconocieron a “A mulher da luz propia”, dirigida por Sinai Sganzerla y sobre la vida de la actriz y directora de cine de Brasil Helena Ignes. Consideraron que este documental “nos asoma a la vida la de una mujer libre, que autoconstruye su propio personaje desde una mirada crítica, desechando fronteras sociales, por un camino que le permita expresar sus afectos, explorar la diversidad creativa y  encontrar su propia luz”.

Disputa nacional

El mismo jurado intervino en la decisión del premio a mejor película argentina: fue para “Zombies en el cañaveral. El documental”, dirigida por Pablo Schembri y rodada en Famaillá, que recibirá $150.000. El triunfo se justificó en “el convincente relato desarrollado, en el marco de un género como es el falso documental, que propone nuevos caminos para desarrollar la ficción, acudiendo a recursos narrativos del documental y, por ese camino, a revisarlos con ironía, para elaborar otra historia tan atractiva como ficticia”.

La mención especial de esta categoría fue para “El cisne equivocado”, dirigida por Lucila Frank y Andrea Morasso. Las realizadoras se centraron en la vida y obra del artista plástico y actor tucumano Bernardo Kehoe, radicado desde la década del 90 en la Capital Federal. “Permite acercarnos a un hombre que organiza su vida desde la búsqueda de la diversidad creativa, afectiva, humana y sexual”, resaltaron en la fundamentación del reconocimiento.

Escenarios familiares

La cosecha local alcanzó a la tercera categoría en disputa, la de cortometraje argentino, otorgado por un jurado diferente integrado por Aldana Loiseau, Diego Carriqueo y Lucas García Melo (único tucumano entre los jueces).

En este caso el primer premio fue compartido (se distribuirán entre los dos filmes $50.000) entre “Mi otro hijo”, dirigido por el bonaerense Gustavo Alonso, y “Silicona líquida”, de las tucumanas Verónica Quiroga y Vanesa Pedraza.

“En su obra, Alonso aborda la compleja e incómoda relación entre padre e hijo; mientras que el corto de Quiroga y Pedraza se centra en la violencia social y familiar que cae sobre las sexualidades disidentes. Ambas películas abordan sus respectivas temáticas de una manera sincera, sensible y comprometida”, se escribió en el dictamen.

Los evaluadores entregaron además dos menciones especiales, ambas a producciones jujeñas: “Vestigios: el misterio del dique de la Ciénaga”, de Valentín Álvarez Sabouret y Gustavo Correia (“por su gran calidad técnica en fotografía y sonido”); y “San José de los Humildes”, de Hernán Paganini (“por su buen desarrollo del género comedia, con tintes costumbristas y regionales”). También elogiaron “la calidad de los cortometrajes seleccionados para esta competencia, y también su gran variedad en tanto temáticas, técnica y géneros, quedando a la vista el gran potencial de realizadores, técnicos y técnicas que se desempeñan a lo largo de todo el país”.

Otras distinciones

Para completar el cuadro de honor, había otros reconocimientos previstos. El Premio Patacon a la Mejor Interpretación en un largo de ficción argentino, otorgado por Sagai y dotado de $25.000, fue para el tucumano Isaías Salvatierra por su protagónico en “Golondrinas”, el filme de Mariano Mouriño, donde comparte elenco con Melanie Nacul y Sergio Prina y en el que Fernando Galucci colaboró con el guión e hizo el sonido (todos artistas de la provincia).

Los últimos dos premios estaban reservados para lo local. La Cámara de la Industria Audiovisual de Tucumán eligió a “Silicona líquida” como el mejor corto, por lo que las directoras se hicieron acreedoras del alquiler de equipamiento o servicios de posproducción de sonido o de color por $25.000.

El Ente, a su vez, tenía reservado un premio estímulo a la producción audiovisual tucumana de $20.000, que se distribuirá entre los cortometrajes “En la sombra”, de  Matías Galindo y Matías Minahk, y “Vamos a cocinar fuego y a detener pescados”, de Nicolás Aráoz.

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