La digitalización tensiona a la Cámara Civil

La digitalización tensiona a la Cámara Civil

Conflicto entre una secretaria y un vocal.

12 Junio 2020

El teletrabajo implementado por la Justicia provincial durante el asueto extraordinario generó un cortocircuito en la Cámara en lo Civil y Comercial Común de esta capital. Constanza Pujol, secretaria de ese tribunal, denunció el 22 de mayo que el camarista Benjamín Moisá la había sometido “a una situación de permanente acoso y violencia laboral” al exigirle que actuara en contra de las acordadas dictadas por la Corte Suprema de Justicia de Tucumán. Moisá, por su parte, dijo que era nula la presentación de Pujol que le había trasladado la Secretaría de Superintendencia del alto tribunal, porque carecía de la firma prevista en el Código Civil y Comercial de la Nación (artículo 288), lo que le impedía verificar su autenticidad, y negó los hechos.

Pujol manifestó que Moisá le había indicado que prestara servicios de 8 a 12 en forma presencial, y que, luego, aquel y su par María Dolores Leone Cervera le pidieron que arbitrara los medios para que también asistiera un equipo. “Como me negué a hacerlo porque la prosecretaria pertenece a un grupo de riesgo de la covid-19 y los demás disponían de herramientas de trabajo remoto, fui sistemáticamente acosada. Moisá me asignó tareas que comprendían desde la impresión de escritos; la confección de informes y de decretos para proveer las presentaciones realizadas por los letrados tanto vía WhatsApp como por e-mail, y hasta la costura del despacho en contravención a las acordadas relativas al asueto”, relató la fedataria. Y añadió que se retiraba a las 14 y que tuvo roces con el vocal por su pretensión de recibir papeles. Pujol dijo que había sido colocada en la posición de desobedecer a la Corte y solicitó su traslado.

Moisá expresó que, si bien el alto tribunal lo había facultado para convocar al personal, en ningún momento requirió la concurrencia presencial de Pujol entre las 8 y las 12 de cada día. “Di amplias libertades a los empleados para que trabajaran desde sus casas. Los mensajes de WhatsApp intercambiados con la secretaria acreditan que en ese horario esta estaba en su hogar o en otro lugar”, dijo. En cuanto al cúmulo de tareas, el juez precisó que Pujol registraba menos de una actuación por día en el sistema digital en el período correspondiente a su denuncia y que sólo le había pedido por medio de la presidenta Marcela Ruiz que fuera al Palacio de Justicia para recibir un escrito del abogado Manuel Andreozzi (h). “Ella se negó y desconoció la decisión que así lo disponía. Yo accedí a recibir los papeles en presencia del vicepresidente del Colegio de Abogados, Carlos Casal, como lo hubiese hecho con cualquiera”, afirmó. Y añadió que luego dijo a Pujol que “dejara las cosas como estaban”.

El camarista expresó que la secretaria no era su subordinada, sino una funcionaria auxiliar con autonomía: “es más que evidente que jamás pude acosarla”. En otro tramo de su contestación, opinó que Pujol había interferido en sus resoluciones: “se erigió en juez de mis decisiones y de las de Leone Cervera”. A continuación, el juez desarrolló extensamente sus diferencias respecto de la digitalización adoptada: “el expediente debe ser único, íntegro y completo. En otras palabras, no puede estar desperdigado una parte en soporte papel y otra en soporte digital. (...) Quizá la situación de estrés de la secretaria reconozca como verdadera causa la normativa de emergencia emanada de la Corte. (...) No hacía falta injuriarme para conseguir un traslado”.

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