Hay trabajo en casa para el “Decano”

Hay trabajo en casa para el “Decano”

Al menos hasta el 31 de marzo habrá receso para los jugadores, que ya tienen una rutina.

SIN ACTIVIDAD. Hasta el 31 de marzo, el complejo “José Salmoiraghi” permanecerá sin actividades, debido a las medidas preventivas por el coronavirus que se tomaron para todas las disciplinas deportivas. la gaceta / foto de diego aráoz SIN ACTIVIDAD. Hasta el 31 de marzo, el complejo “José Salmoiraghi” permanecerá sin actividades, debido a las medidas preventivas por el coronavirus que se tomaron para todas las disciplinas deportivas. la gaceta / foto de diego aráoz
18 Marzo 2020

Sin dudas el coronavirus marcará un antes y un después para la historia del deporte mundial. Si lo llevamos al fútbol, y más precisamente a Atlético, es la primera vez que el club prácticamente tiene que cerrar sus puertas por una problemática ajena al deporte, pero íntimamente relacionada con la salud. El virus AH1N1, más conocido como la “gripe A” que a mediados de 2009 se llevó más de 600 vidas en Argentina, amenazó con parar el fútbol. Aquella circunstancia encontró a Atlético en la recta final de un torneo de Nacional B que se terminó de jugar y que dejó como saldo el ascenso “decano” a la elite del fútbol argentino por primera vez en su historia.

Once años más tarde de aquella situación crítica llegó el coronavirus, que tras muchas idas y vueltas logró parar la pelota. En la siesta de ayer se confirmó lo que ya era un secreto a voces: la Asociación de Fútbol Argentino emitió un comunicado anunciando la suspensión de actividades profesionales hasta el 31 de marzo e invitó a los clubes a suspender los entrenamientos durante el período de cuarentena.

La situación no sorprendió al cuerpo técnico de Atlético, que después de lo que fue el “no” partido frente a River, inmediatamente comenzó a diagramar un programa de actividades individuales para un eventual plan de emergencia que obligue a los jugadores a realizar entrenamientos a distancia.

El home office llegó al plantel, que se quedó con las ganas de debutar en la Copa de la Superliga, pero que aguarda por la resolución del Tribunal de Disciplina, para poder contar con sus primeros tres puntos. Mientras tanto, tendrán receso hasta el 31 de marzo. No serán vacaciones: cada uno tendrá un plan personalizado de entrenamientos para llevar a cabo dentro de sus domicilios.

Los jugadores serán monitoreados vía online por los “profes” y ya tienen una rutina armada para ejecutar desde hoy hasta el lunes 23. Estos entrenamientos estarán apuntados a trabajos de fuerza, velocidad y resistencia. A partir del lunes se intensificarán los trabajos en aspectos más puntuales. ¿Y el fútbol? Por el momento tendrá que esperar. La pelota quedará de lado. Los jugadores extrañarán el “loco” de todos los días o las prácticas de fútbol formal típica de los jueves o viernes.

La música, los mates y las charlas previas a cada entrenamiento, quedarán suspendidas por un tiempo. Los vestuarios permanecerán vacíos y, al menos hasta el 31 de marzo, la pelota no rodará ni en el complejo ni en el estadio “José Fierro”.

La situación es atípica y tal vez llega más tarde de lo que se esperaba. Sin embargo parece una decisión acertada. No siempre el show debe continuar. Y los protagonistas se deben adaptar a los nuevos desafíos.

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