Gustavo Alfaro: el triste final de un ciclo insípido

Gustavo Alfaro: el triste final de un ciclo insípido

CONTRACARA. Esteban Andrada ya fue vencido, Ribas sale a festejar el gol. CONTRACARA. Esteban Andrada ya fue vencido, Ribas sale a festejar el gol.
09 Diciembre 2019

“Es el final de un proceso”. Segundos antes del inicio del duelo en el Gigante de Arroyito, la frase de Gustavo Alfaro despejó cualquier duda. El entrenador ayer dirigió su último partido en Boca y lo hizo de la peor manera. Su equipo no sólo no pudo despedir el año con una sonrisa sino que lo hizo con una derrota, que le impidió finalizar una etapa como el número 1 de la Superliga.

El duelo contra Rosario Central fue raro para el casi ex entrenador de Boca. Como el “Xeneize” no jugaba bien y encima perdía casi desde el arranque por esa atropellada de Sebastián Ribas (justo en un momento en el que el “Canalla” era amo y señor del juego) Alfaro intentó dejar de lado ese mensaje conservador que caracterizó a su gestión.

No quería marcharse perdedor el entrenador y tiró toda la carne al asador en el complemento. Mandó al campo a un volante ofensivo (Emanuel Reynoso) y a dos delanteros (Franco Soldano y Agustín Obando) en reemplazo de los dos laterales y uno de sus volantes centrales. Todo un dato.

Justo él durante su año de mandato evitó dar volantazos bruscos y casi siempre apeló al puesto por puesto, esta vez, en su última función no estuvo en sintonía con su filosofía.

Las salidas de Julio Buffarini y Emmanuel Más marcaron el poco peso que específico que aportaron los laterales en este Boca, que careció de sorpresa casi siempre.

Eso sí, Alfaro volvió a pecar. Está claro que a él no le gusta Daniele De Rossi; que no lo pidió y que considera que no es necesario ni en su esquema ni en el juego. y ayer volvió a demostrar que está equivocado el DT. El “Tano” fue el mejor jugador de su equipo. Acertó en todos los pases, esos toques que siempre fueron a parar a los pies de un compañero, intentó filtrar líneas y además estuvo bien ubicado en el retroceso. Pero Alfaro lo volvió a sacar.

Así, y pese a que en los últimos minutos Boca sumó mucha gente en ataque y se fue con todo a buscar el empate, el resultado fue un golpe duro y triste para la gestión de “Lechuga”. Muchos dirán que en porcentaje, el proceso no fue malo. Pero este Boca made in Alfaro no pudo lograr la Libertadores (su máximo objetivo) y terminó el año como su DT, perdido.

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