La ex cerámica Matas podría convertirse en "la ciudad de los autos"

Un distraído podría pensar que se trata de un obelisco. Se lo ve a varias cuadras de distancia, una construcción en altura que apunta al cielo. Está ahí, en pie, como si fuera un monumento mudo y solitario. Ya casi nadie lo mira.

Más cerca, una cubierta de chapas rojizas por el óxido y el esqueleto de hierro que se deja ver entre los altos ventanales de la vieja fábrica confirman que lo que se levanta entre el abandono y la nostalgia es una chimenea que no humea desde fines de 1996, cuando cerró para siempre la cerámica Matas.

Desde  entonces, el enorme predio de dos manzanas ha corrido distinta suerte, que casi siempre fue mala suerte: proyectos que nunca se hicieron, lavaderos clandestinos, usurpaciones, basura, hogar de mala vida. La única alegría, de tanto en tanto, fueron los parques de diversiones itinerantes que se instalaban durante algunas semanas. De ahí en más, la construcción fabril era un fantasma que los vecinos preferían no mirar.

Una nueva promesa, una nueva idea, una nueva ilusión sobrevuelan ahora la icónica fachada de avenida Belgrano al 3.400. Una empresa local ha encargado un proyecto para revivir la vieja fábrica y el predio y convertirlo en un complejo de usos mixto, en el que se mezclarán las actividades comerciales, culturales, gastronómicas y recreativas, además de construir departamentos para vivienda y oficinas en el interior de la fábrica construida en la década de 1950.

El estudio de arquitectos Saez-Sánchez fue el encargado de diseñar la intervención en el predio y en el edificio abandonado. "Se abrió un concurso de ideas privado, lo ganamos y comenzamos a trabajar hace casi dos años, en diciembre de 2017. Ahora estamos en fase de anteproyecto, ya tenemos casi todo aprobado y estamos entusiasmados porque esto va a generar un cambio muy positivo en esa zona, con un complejo semipúblico multifunción, que es la tendencia mundial", explicó Álvaro Sánchez, uno de los socios del estudio y co-autor del proyecto.

El lugar se llamará Car District y, según explicó Sanchez, el nombre responde a la función central: una especie de mini-ciudad de los autos. "Será un complejo de concesionarias de autos, motos, cuatriciclos y otros vehículos; servicio técnico, repuestos, incluso una escribanía para que todos los trámites de compra, venta y transferencias se puedan hacer ahí mismo. La idea es que puedas ir y cambiar el auto en el día", describió Sánchez.

Pero lo verdaderamente novedoso del complejo será que en una parte de la nave central de la fábrica, que cuenta de dos plantas en doble altura, se construirán departamentos destinados a vivienda, conservando y potenciando el estilo industrial propio del edificio. "Sí, para vivir -confirmó Sánchez-. Van a tener su acceso independiente, ascensor y cocheras, conviviendo con el resto de las actividades del complejo".

Conservación

En los requerimientos iniciales de la empresa propietaria del complejo, la conservación de la vieja fábrica no figuraba como una de las prioridades. "A nosotros nos parecía fundamental conservarlo, a pesar de que no sea parte del listado de bienes patriomoniales, pero no deja de ser parte de la memoria urbana de Tucumán. Hicimos el estudio de patología estructural y está en condiciones de ser refuncionalizado, así que estamos muy felices. El desafío, ahora, es recuperar la chimenea, que está muy agrietada, pero es una pieza clave del complejo. Para nosotros, es un obelisco, un hito urbano", destacó el arquitecto.

El predio ha sido objeto de diversos proyectos, incluyendo algunos de estudiantes de la Facultad de Arquitectura. "Nosotros optamos por un complejo de uso mixto para que el lugar tenga movimiento y vida permanentemente. El problema de hacer algo con un solo tipo de uso, comercial por ejemplo, es que cuando la actividad se para -a la noche por ejemplo- la zona queda abandonada. Con este tipo de usos, en cambio, aseguramos un movimiento permanente", finalizó.