12 Mayo 2019
EN ESTADO DE GRACIA. Para un delantero, la confianza es fundamental, y el medidor de Toledo se recarga con cada gol.
Llegó desde Sol de América de Paraguay con la chapa de goleador. Hasta que se lesionó, aportó tres conquistas, insuficiente para justificar los motivos de su arribo a Atlético. Ahora el presente es distinto para Javier Toledo, el que más goles suma en la Copa de la Superliga con cinco en tres partidos.
Con esto también se construyen los goleadores, con las rachas. A veces sin nada, otras con mucho. “Sí, es importante para un delantero seguir convirtiendo pero...”, colocó la pausa en su discurso. La puso tan bien como empujó la pelota de cabeza, de zambullida en el área, para marcar el segundo gol “decano”. “Que yo siga marcando goles es por la confianza que me dio el DT y los compañeros después de la lesión”, aclaró con humildad el cordobés.
Es que un jugador puede recuperarse, pero para un delantero el certificado final de alta lo encuentra cuando va a buscar la pelota dentro del arco rival. Toledo anoche obtuvo un par de avales. “Somos un equipo de guerreros”, definió la filosofía que viene desde el cuerpo técnico. “Cuando uno no corre, le hace daño a todo el equipo. Así que tenemos que estar al mil por ciento porque no somos más que nadie y tampoco menos que nadie”, sentenció Toledo.
La reflexión del goleador es casi un llamado de atención para todo el mundo del fútbol nacional. Parece que ya es hora de dejar de sorprenderse de lo que logra un “Decano” práctico, sencillo y estudioso. Un equipo que pone todos sus recursos, que pueden ser pocos en comparación al resto, pero que los hace lucir abundantes por sus propios méritos. “Somos jugadores de mucho sacrificio”, destacó Toledo. Para la revancha del martes los guerreros volverán a tener la exigencia de estar al nivel superlativo en el otro Monumental.
“Son poquitos días de descanso. Hay que estar tranquilos porque vamos a una cancha donde tendremos a toda la gente en contra”, concientizó Toledo lo que ya saben todos. Es por eso que fue un punto bonus, al mejor estilo rugby, lo que se llevó Atlético al no recibir goles en su cancha. Ahora el plan, además de hacer valer el 3-0, también tiene que sumarle esfuerzo a otra meta. “Hay que tratar de que no nos marquen en seguida”, analizó Toledo. Y porqué no seguir su racha goleadora, también en seguida, en Núñez.
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