Debate de género: “Decir qué debe usar una mujer avala situaciones de violencia”

Debate de género: “Decir qué debe usar una mujer avala situaciones de violencia”

Diferentes mujeres tucumanas opinaron sobre los dichos de la ex CEO de Aerolíneas

ISELA COSTANTINI. Causó revuelo su frase: “Si te pusiste el escote, hacete cargo de lo que va a generar”.  ISELA COSTANTINI. Causó revuelo su frase: “Si te pusiste el escote, hacete cargo de lo que va a generar”.

Como el dedo en la llaga que genera una reacción, un salto, un dolor. Eso fue lo que sintieron muchas mujeres cuando escucharon hablar a la ex CEO de Aerolíneas Argentinas y General Motors, Isela Costantini, sobre el acoso en las calles y en el ámbito laboral: “Yo creo que si te pusiste el decote (por escote), hacete cargo de lo que va a generar”. Entonces, como si se hubiera tocado una herida (¿no lo es?), las opiniones que rechazan el planteo surgieron con fuerza y se multiplicaron en las redes. La molestia se agudizó en el contexto social actual: luego de la denuncia de violación que hizo la actriz Thelma Fardin y otras colegas contra Juan Darthés ya no se aceptan abiertamente, como décadas atrás, los discursos moralizantes sobre la vestimenta de una mujer.

En un contexto politizado y no conservador, en una facultad en la que se escuchan históricamente muchas voces, frases que como las de Costantini suenan peligrosas. Eso opina Carla Mora, licenciada en Letras, miembro del proyecto Identidad y transformación de estructuras de poder en el NOA de la Facultad de Filosofía y Letras. Mora explica por qué usa la palabra peligro: “con lo que dice me pregunto ¿está avalando situaciones de violencia hacia las mujeres sólo por su expresión externa? En el ámbito académico también pensamos esto como una problemática social de no seguir avalando, como estudiosos y científicos, los pensamientos que conllevan una línea conservadora en la que se tiene la idea de que por el aspecto físico la mujer será más o menos valorada. ¿Por un escote debe ser juzgada y no por sus habilidades laborales? Eso es muy peligroso”.

Mora añade que venimos de situaciones en las que ante un delito sexual o femicidio la sociedad pone el foco en la víctima y no en el victimario. Justamente ese ojo que juzga esos crueles hechos se pone también en la ropa, en la indumentaria que llevaba en el momento: “cuando es una mujer la que sufre una violación, un acoso, se la revictimiza, se la estigmatiza, se busca en su vida o en su accionar, se juzga hasta su vestimenta, como si ella tuviera la culpa de haber sido asesinada, violentada, abusada”. Agrega que las cientistas sociales como mujeres pelean para que todas sean evaluadas desde sus capacidades y contenidos intelectuales, lo que no es fácil, porque hay muchos mitos por derribar.

“En todos los ámbitos (a las mujeres) nos ha costado el doble hacernos un lugar, demostrar nuestra capacidad, laburamos más (en el hogar o como madres). Siempre estuvimos relegadas, ha sido difícil conquistar derechos. Por eso no hay que profundizar las diferencias, que además responden a estándares de belleza asignados culturalmente: el escote implica una figura femenina atractiva que quiere seducir, y quizás una mujer no quiere eso y sólo quiere estar linda, cómoda, estar bien consigo misma. Hay que combatir ese prejuicio,”, agrega.

Hacer tortas

Fue incluida en listas como “Las mujeres más influyentes de Argentina”. La empresaria Catalina Lonac preside la Fundación para el Desarrollo de la Universidad San Pablo-T y es cónsul honorífica de Croacia por el NOA. A pesar de ello, un grupo de hombres, sin tener en cuenta su trayectoria, la mandaron a hacer y vender tortas en una feria, literalmente.

“Hace muy poco tiempo pertenecía a un directorio donde eran todos hombres. Uno dijo que estábamos pasando una situación económica difícil. Luego agregó: ‘ya que está Caty entre nosotros que nos organice una feria de platos. A lo que contesté: ‘con todo gusto, pero ustedes harán las tortas y yo las venderé’. Eso fue en la Estación Experimental, de la que renuncié hace dos meses”, recuerda.

A su lista de “disgustos” añade los acosos que padeció por parte de presidentes de la Corte. “Rechazo profundamente lo que dijo Isela. No comparto para nada. Las mujeres tenemos el derecho de salir tranquilas a la calle o al trabajo con un escote. Ponerme algo así no significa que pueden hacer o decir cosas que no corresponden. Lo de Isela atrasa dos o tres siglos”, sentencia la empresaria.

Comentarios indeseados en la vía pública, silbidos, gestos. El acoso callejero es una de las luchas (en contra) que lleva adelante la Secretaría de la mujer del Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de María del Carmen Carrillo. Su área está brindando charlas en obras en construcción, empresas de transporte, en las que expusieron cómo se siente una mujer ante esos comentarios que ya nadie quiere escuchar en la calle.

Y las palabras de la ex CEO de Aerolíneas, le pegaron duro a Carrillo: “no debería influir cómo nos vistamos. No tendría que determinar situaciones de destrato en el ámbito laboral. Entra en el ámbito de lo privado, es nuestro cuerpo. Estamos trabajando fuertemente contra el acoso callejero que es tratar de conseguir un espacio público libre de violencia. Porque el acoso es violencia de género. Y una opinión de una mujer (especialmente) va a contramano de lo que buscamos: queremos que nuestro cuerpo no sea puesto como algo público”.

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