Cartas de lectores

Mi parrilla

Limpita, sin restos de grasa para no atraer los bichos, sobre su lecho de ladrillos comunes y protegida por la ancha boca de su chimenea que solía aspirar, hambrienta, el cautivante y sabroso humito de la carne asada, luce triste mi parrilla. Advierto su queja, su justo reclamo de haber quedado sola y olvidada como un elemento inútil, molesto, desechable. Pero, si pudiera contestarle, le diría que no es así. Que está simplemente en reposo y en espera de tiempos mejores. No sólo para cubrir sus hambrientas fauces con el abrasante calor del fuego avivando las brasas para dorar el abundante asado de tira coronado con chorizos,morcillas, salchichas, pollito, etcétera, sino también para hartarla de alegres voces de familia y amigos que en agradable espera mojan el garguero con buena bebida bajo el sabroso e inigualable y cautivante humito que sólo ella sabe producir. Fuiste el alma y esencia de inolvidables encuentros, cargados de felicidad y contento con ese único sabor irreemplazable. Querida parrilla: tú no entiendes de economía ni de crisis. Son palabras feas, portadoras de tristeza.Estamos ahora sumergidos en ellas por razones que te amargarían escuchar. Pero ya pasará. Y cuando eso ocurra, te prometo que no habrá fuego que alcance para dorar tantos sabores y recuperar la alegría de vivir.

Darío Albornoz

Día de los Santos

En los primeros tiempos del Cristianismo, era costumbre celebrar a los mártires individualmente considerados; después, colectivamente. La Fiesta de Todos los Santos se inició en el siglo VIII con el Papa Gregorio III, que fijó su fecha el 1 de noviembre; después, la instituyó Gregorio IV (s. IX) para toda la Iglesia. En este día se conmemora, también, a los santos no canonizados, santos anónimos: por esta vida haciendo el bien, en cumplimiento de la voluntad de Dios (“la voluntad de Dios es vuestra santificación”, 1) Tesalonicenses, 4, 3). Como dice el Papa Francisco, “tenemos una nube ingente de testigos que nos alientan a no detenernos en el camino, nos estimulan a seguir caminando hacia la meta; y, entre ellos, puede estar nuestra propia madre, una abuela u otras personas cercanas. Quizá su vida no fue siempre perfecta, pero aún en medio de imperfecciones y caídas, siguieron adelante y agradaron al Señor” (Gaudete et exsultate). A un sacerdote le oí decir: “confío mucho en la intercesión de mis padres”. El Día de los Santos celebramos la vida y la alegría: festejamos a todos los que ya han llegado a la meta y gozan de la presencia divina, felicidad indescriptible. “El hombre es creado para alabar y servir a Dios, nuestro Señor, y mediante esto, salvar su alma. Y las otras cosas de la Tierra son creadas para el hombre y para que le ayuden a conseguir el fin para el que fue creado”. (San Ignacio. Ejercicios Espirituales).

Josefa Romo Garlito

Jefe de los defensores oficiales

La designación de Washington Navarro Dávila como jefe de los Defensores Oficiales, cuyo prolongado paso por los claustros universitarios no merece ni siquiera, ser tildado de “mediocre”, es una afrenta a los profesionales y estudiantes que se esfuerzan en ser mejores cada día, para llegar a un cargo mediante concurso compitiendo con sus iguales. Si bien el Ministerio Público corresponde al Gobierno, me imagino las sonrisas en los rostros de los señores del Poder Ejecutivo, al leer el certificado analítico de la carrera de Navarro Dávila (si es que lo leyeron). ¿O es otro peldaño en la escalera de impunidad, que día a día se construye? Por $ 600 millones, archivados, lo que se le dio a Navarro Dávila viene a ser una minucia. Quienes aprobaron su pliego son tan responsables, como los que lo propusieron. Señores Gobernantes: no tratemos de ser mejores, tratemos de no ser tan peores.

Pastor R. Brandán

La política y los jóvenes

Los jóvenes podemos organizar un partido político que tenga a la ética como fundamento de la política, para que antes que las ideologías primen los valores morales. Que ataque los privilegios de la clase política y la corrupción estatal. Que tenga por premisa insoslayable el ejemplo propio de austeridad (“para que el Gobernador gane lo mismo que una maestra”), y cumplimiento absoluto de los compromisos asumidos. Frente a un estado de descomposición, donde imperan las ambiciones personales de los políticos, un capitalismo deshumanizado, la falta de respeto por los derechos sociales, el impiadoso mercado, la inseguridad, los peores males de la economía (desempleo, inflación), el aumento de la pobreza, sólo cabe crear un partido político (o esperar que alguno comparte nuestros ideales), que tenga por meta la irrenunciable premisa de trabajar exclusivamente por el bien común, comenzando por los más necesitados, para que las clases media y pobre se unan fraternalmente. Para que la rebeldía tenga un propósito lo más importante posible. En este caso, para crear un partido que sea un ejemplo para todos. Los jóvenes colaboraríamos para forjar un mundo mejor que nos incluya. Que dé cauce a nuestros naturales deseos de goce, de felicidad, de seguridad, de progreso. La política no es una “cosa” de los que están en “eso”, sino que puede y debe ser ejercida por todos nosotros. Este Partido podrá confluir en el movimiento cuyo postulado sea el ejercicio de justicia, libertad, igualdad y solidaridad. Para que la política no siga siendo el refugio de demagogos, mentirosos, codiciosos, falsarios, aprovechadores, inescrupulosos, sino todo lo contrario: de los honestos, corajudos, capaces y sensitivos aliados del pueblo. Los jóvenes, con debilidades y carencias, contamos con nuestros ideales y con la necesidad de participar de una auténtica revolución, la más difícil de todas: la revolución moral.

Samira Sily

B° San Javier, manzana C, casa 13


Villa Carmela

Barrio olvidado

El motivo de esta carta es para llamar a la reflexión a las autoridades y ver si pueden venir a mi barrio y observar el estado en que está un puente que está a punto de caer. Mi domicilio queda en el pasaje La Paz 3.700, altura avenida Américo Vespucio 3.700, más precisamente manzana 16, casa 35, y vivo a la par de dicho puente. Día tras día el agua va comiendo la tierra, quedando mi casa a punto de derrumbarse. Ya vinieron políticos con sus promesas y ninguno hace nada. Somos un barrio olvidado, sin progreso, y yo no quiero eso. Simplemente quiero estar bien, quiero una vivienda digna y no estar pendiente de que si crece el canal mi casa se cae. Espero que alguien, las autoridades en especial, lean esta carta y puedan ayudarme. Reitero, somos uno de tantos barrios olvidados y sin progreso.

María Alejandra Molina Norniela

¿Un viaje sin objetivos claros?

Uno de los dueños de un holding de Turquía viaja con su secretaria a Dubai para efectuar un gran negocio, sumamente redituable, lo que les lleva entrevistas por un día. Sabemos que el Hotel 7 estrellas se encuentra allí, pero los turcos eligen uno menos pretencioso. La famosa ficción. En una provincia pobre argentina (Tucumán), su jefe decide viajar con una numerosa comitiva y objetivos nada claros, a distintos países del mundo, usando el dinero de sus paupérrimos habitantes. Siendo desconocidos o muy generalizados los objetivos del viaje, que no reportará beneficios a esta provincia, comparo las dos posiciones y concluyo que esta realidad supera ampliamente aquella ejemplar ficción. ¡Qué diferente lo público de lo privado, cuando de dinero especialmente se trata!

María Dip

El PAMI de Las Talitas

¿Alguien recuerda el famoso sketch de “La empleada pública” del gran Antonio Gasalla? Nosotros, los jubilados que concurrimos a la delegación del PAMI de Las Talitas las conocemos muy bien. Estamos cansados de concurrir a dichas oficinas y encontrarnos con señoritas que desconocen el manejo técnico de cada planteamiento que hacemos. Ignoran los pasos a seguir para armar un expediente, y se demoran en hacer una simple providencia. Generalmente, y sin horarios, toman mate con medialunas, conversan y tardan demasiado en ingresar a una página. Las oficinas no cuentan con daños ni dispenser, tan necesarios en los tiempos de verano. Y ni hablar de los nuevos jubilados que solicitan afiliación. Soy testigo, como muchos, que no sólo no entregan números, sino que al ser por orden de llegada, se genera un caos, porque si alguien se acerca al escritorio para hacer una consulta, suspenden todo, buscan expedientes entre las cajas que no encuentran, o que no cuentan con los requisitos. Es sabido que llegar a la edad de un jubilado tenemos muchas limitaciones físicas, y ahorra sumadas a las económicas por tener que trasladarnos de un lado a otro para que nos despidan con un “vuelva otro día”. ¡Qué tristeza saber que, en otros países, los jubilados son vistos como una fuente de sabiduría, y no como un estorbo!

Rosario Assi


Barrio Gráfico


Las Talitas

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