Del Subsidio a la Cámara en lo Contencioso Administrativo

Del Subsidio a la Cámara en lo Contencioso Administrativo

Juan Ricardo Acosta sustituirá a uno de los jueces que anuló las elecciones en 2015.

FUTURO CAMARISTA. José Ricardo Acosta en la entrevista con el Consejo. FUTURO CAMARISTA. José Ricardo Acosta en la entrevista con el Consejo. PRENSA CAM

El gobernador Juan Manzur concretó la designación judicial de mayor importancia en lo que lleva de gestión y, quizá, la de máximo valor simbólico. En virtud de esa decisión, Juan Ricardo Acosta, subinterventor del Instituto de Previsión y Seguridad Social de Tucumán (Subsidio de Salud), ocupará la vocalía en la Sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo que perteneció a Salvador Ruiz hasta que se jubiló con el beneficio del 82% móvil. De esta manera, un funcionario que hizo carrera en el Ministerio de Salud que Manzur condujo hasta 2007 sustituirá a uno de los jueces que anuló las elecciones de 2015 -decisión luego revertida por instancias judiciales superiores- y se sumará al órgano judicial encargado de controlar la actividad del Estado.

Acosta encabezaba la terna que Manzur había recibido la semana pasada. En tiempo récord para sus cánones, el gobernador procedió a cubrir por primera vez una vacante en el fuero en lo contencioso administrativo: el último nombramiento para esta órbita estratégica había sido firmado por el ex mandatario José Alperovich en 2011. Gracias a esa decisión, Sergio Gandur, hijo del vocal de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, Antonio Gandur, llegó a la Sala III. A diferencia de esa experiencia, Manzur se inclinó por el primer nombre del terceto que corresponde al ganador del concurso público de antecedentes y oposición sustanciado en el Consejo Asesor de la Magistratura (CAM). Al escoger a Acosta, el jefe de Estado descartó a Augusto González Navarro, director de Asuntos Jurídicos de la Universidad Nacional de Tucumán. Adolfo Iriarte Yanicelli, el postulante que cerraba la terna, ya tenía un despacho judicial asignado puesto que hace una semana el Poder Ejecutivo lo había nombrado en el Juzgado de Cobros y Apremios de Concepción.

La designación de Acosta es la quinta que Manzur oficializa en los últimos 10 días y la cuarta en la que opta por el postulante que mejores calificaciones obtuvo en el proceso de preselección de jueces. Son dos hitos adicionales para un Gobierno cuestionado por su lentitud para cubrir vacantes judiciales -el orden jurídico no fija plazos para ejercer esa potestad- y que en numerosas oportunidades vetó al primer integrante de la terna.

Si la Legislatura avala su pliego, Acosta compartirá estrado con el camarista Horacio Castellanos y se convertirá en el integrante más joven de un fuero en el que, con la excepción de Gandur (h), los demás miembros estarían en condiciones de jubilarse, e, incluso, algunos ya iniciaron los trámites para pasar al sector pasivo.

La Cámara en lo Contencioso Administrativo es la esfera judicial que mayores dolores de cabeza generó a este Gobierno y a las administraciones anteriores. De su seno salieron, por ejemplo, las sentencias inéditas que declararon la inconstitucionalidad parcial de la reforma constitucional promovida por Alperovich en 2006. Ese cuerpo también ordenó el acceso a información detallada relativa a la construcción de la sede del Poder Legislativo iniciada cuando Manzur comandaba esa institución -la Corte tiene pendiente expedirse sobre esta sentencia-. La relación tensa entre los poderes políticos y el tribunal alcanzó un pico en 2015, cuando los jueces administrativistas admitieron distintas demandas electorales de la oposición y llegaron a anular la votación. Cinco meses después de ese pronunciamiento, Ruiz anunció que dejaba la magistratura. Pero el gobernador no lo dejó ir tan rápido: sopesó durante nueve meses si le aceptaba la renuncia. Exactamente un año más tarde, la salida de Ruiz le permite a Manzur imprimir su huella en la poderosa Cámara en lo Contencioso Administrativo.

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