Siempre hay una primera vez

Siempre hay una primera vez

Croacia fue de menor a mayor para vencer a Inglaterra por 2 a 1 en la semifinal y de esta forma buscará conquistar la Copa del Mundo el domingo.

EN EL ÁREA NO FALLÓ. El delantero Mario Mandzukic ya sacó el potente zurdazo para vencer al arquero inglés Danijel Subasic y poner el 2 a 1 a favor de Croacia. Reuters EN EL ÁREA NO FALLÓ. El delantero Mario Mandzukic ya sacó el potente zurdazo para vencer al arquero inglés Danijel Subasic y poner el 2 a 1 a favor de Croacia. Reuters
12 Julio 2018

Croacia se clasificó por primera vez en su historia a la final de un Mundial al vencer a Inglaterra en la prórroga por 2-1 en el estadio Luzhniki, donde el domingo luchará ante Francia por el título de Rusia 2018. Kieran Trippier adelantó a Inglaterra en el 5’ con un gol de tiro libre, pero Ivan Perisic empató a los 23’ del complemento y forzó los 30 minutos extra en Moscú. Ahí, un zurdazo de Mario Mandzukic cuando faltaban 11 minutos para el final sentenció la remontada de Croacia, la primera selección de la historia que llega a una final mundialista después de tres prórrogas seguidas.

La generación del ‘98, con Davor Suker a la cabeza, fue siempre la medida de todo en Croacia durante las últimas dos décadas, pero aquel tercer puesto del Mundial de Francia quedará en el recuerdo. Lo que marcará de ahora en adelante al futuro del fútbol croata son los Luka Modric, Ivan Rakitic, Mandzukic y compañía.

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Aunque esos futbolistas juegan en algunos de los mejores equipos del mundo, se trata de un éxito gigante el de Croacia. Con poco más de cuatro millones de habitantes

Ahora tendrá el reto de medirse el domingo a la Francia de Antoine Griezmann y Kylian Mbappé, que alcanzó la final tras derrotar a varios pesos pesados.

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Frustración inglesa

Inglaterra, por su parte, se quedó a las puertas de volver a una final. Cierto es que Rusia 2018 le valió para espantar muchos fantasmas, pero el título de 1966 seguirá siendo el único momento glorioso para el país que se vanagloria de haber inventado el fútbol. Así, por historia y tradición, los “pross” partían como favoritos por esa ventaja intangible que da el escudo y la camiseta. Y su país fue una fiesta los últimos días. Pero ayer volvió a tropezar ante una selección más que seria. Inglaterra se va de Rusia habiendo ganado a Panamá, Túnez y Suecia. No pudo con Bélgica, Colombia -la tumbó en penales- ni con Croacia.

Dirigidos por Zlatko Dalic, los croatas llegaban al duelo tras sendas prórrogas en octavos y cuartos, muchos kilómetros en las piernas. Y enfrente estaba una Inglaterra que tiene balas como Raheem Sterling, Dele Alli o Jesse Lingard. También tiene a Trippier. El lateral del Tottenham abrió el marcador tras aprovechar una falta de Modric sobre Alli: superó la barrera y colocó la pelota donde no llegó Danijel Subasic.

Muy cómodos con su defensa de cinco, los “pross” fueron una pared para Croacia. Modric parecía que se había dejado la brújula en el vestuario. El descanso llegó y alguien le debió dar la brújula a Modric, porque el jugador deReal Madrid parecía otro. Y Croacia, lógicamente, también. Kyle Walker salvó literalmente con sus partes nobles el 1-1, pero minutos después vio a Perisic ganándole la posición para poner el empate.

Inglaterra estaba “groggy” y todo lo construido parecía venirse abajo. El asedio croata no encontró el premio del segundo gol y el partido se fue a la prórroga, donde Vrsaljko salvó a su equipo al desviar bajo la línea un cabezazo de John Stones. Pero Mandzukic tenía guardado en su bota izquierda el gol más importante de la corta historia de Croacia. Tras un remate de cabeza de Perisic, el delantero de Juventus aprovechó el despiste de la defensa y batió a Pickford para frustrar a Inglaterra y llenar de ilusión a su país.

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