Pirotecnia: nada de remedios caseros en las quemaduras

Pirotecnia: nada de remedios caseros en las quemaduras

23 Diciembre 2017

Que estas que empiezan mañana sean felices fiestas depende básicamente del amor que pongamos en ellas. Si además llega Papá Noel y comemos rico, tanto mejor. Pero hay un ingrediente habitual que puede ser un problema: la pirotecnia. De hecho, abundan las campañas que llaman a cambiar petardos por globos con luz. Muchas personas y todos los animales, agradecidos. Pero si se decide no prescindir del típico festejo, hay que extremar cuidados.

“En esta época del año aumentan las quemaduras y los accidentes”, subrayó la licenciada en Enfermería Ana Cabrera, del Servicio de Quemados del Centro de Salud, y su primera recomendación apuntó a los niños: “¡los más chicos quieren explotar los cohetes más grandes! -advirtió-, pero nunca deberían manejar ‘cohetes’. A lo sumo, y siempre manteniéndolas lejos del cuerpo, las estrellitas. Y por sobre todo, siempre, bajo supervisión de los adultos”.

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“Hay que tener también mucho cuidado con las chispas, porque con frecuencia caen sobre la ropa y puede prenderse fuego. Las quemaduras en el tórax pueden ser muy peligrosas”, añadió.

Qué cuidado necesitan las quemaduras depende del daño sufrido por los tejidos. Las menores generalmente pueden tratarse en casa. “Pero si superan los 5 centímetros, o la piel se levanta, se ve carbonizada o tiene una apariencia blanca y seca, requieren atención de inmediato”, explicó Henry Schiller, del servicio de Traumatismos, Cuidados Intensivos y Cirugía General de Mayo Clinic, en Minnesota, Estados Unidos. “Es necesaria la evaluación médica si las quemaduras muestran signos de infección, como supuración de la herida, dolor intenso que perdura e hinchazón” agregó.

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“También si la quemadura se produce en un ojo”, añadió por su parte Cabrera. Lo recomendables es dejar correr agua potable a temperatura ambiente (no fría) sobre la quemadura, el tiempo suficiente para reducir el dolor (entre 10 y 15 minutos). Además no hay que aplicar hielo directamente sobre la quemadura, porque al hacerlo puede dañar más los tejidos.

“Tampoco ninguno de los remedios caseros que mucha gente aconseja: ni dentífrico ni manteca ni rodajas de tomate. Agua y sólo agua”, recomendó Cabrera.

“Los preparados caseros pueden complicar el cuadro -añadió la licenciada en Enfermería Mariela Peralta, jefa de la Residencia de Enfermería del Adulto y el Anciano del Centro de Salud-. Si se tienen dudas durante estas fiestas, es preferible concurrir a alguna de las guardias de los hospitales”.

“Si se han producido ampollas, no hay que reventarlas, porque pueden introducirse gérmenes”, advirtió Cabrera. “Sí, en cambio, cubrir la zona con gasas y mantener la quemadura con una humedad controlada. No usar toallas o algodón porque dejan pedacitos de fibras que luego habrá que remover”, recomendó Carlos Sereday, coordinador del equipo de quemados del hospital Agote, de Buenos Aires. y agregó que si las lesiones se producen en brazos o piernas, mantenerlos elevados causa alivio.

Cómo reconocer los distintos tipos de lesiones
 
-  Las de primer grado (también llamadas “A”) son las más superficiales. Son las más dolorosas y suelen curarse espontáneamente entre los 7 y los 10 días. Se observa la piel enrojecida; también puede formarse una ampolla. Si esto ocurre, no la reviente, pues hay que evitar que se infecte la piel que está debajo. Si se revienta espontáneamente, lave con agua y jabón, y cubra con una gasa estéril. No requieren consulta médica salvo que sean mayores de 5 centímetros. 
- Las de segundo grado (también llamadas “AB”), son las de espesor parcial; involucran la capa externa de la piel y la inmediatamente inferior (dermis); sus signos y síntomas incluyen dolor, hinchazón, piel de color rojo intenso y una apariencia de mancha. La piel del área quemada será más sensible al sol mientras se esté curando, y puede quedar más oscura o más clara que el resto de la piel. 
- Las de tercer grado (también llamadas “B”) las sufre la totalidad de la piel. Los síntomas pueden incluir piel seca y gruesa, de color negro, blanco, marrón o amarillo, inflamación y ausencia de dolor porque las terminaciones nerviosas han sido destruidas. Requieren atención médica urgente. 

> Cómo reconocer los distintos tipos de lesiones 

- Las de primer grado (también llamadas “A”) son las más superficiales. Son las más dolorosas y suelen curarse espontáneamente entre los 7 y los 10 días. Se observa la piel enrojecida; también puede formarse una ampolla. Si esto ocurre, no la reviente, pues hay que evitar que se infecte la piel que está debajo. Si se revienta espontáneamente, lave con agua y jabón, y cubra con una gasa estéril. No requieren consulta médica salvo que sean mayores de 5 centímetros. 
- Las de segundo grado (también llamadas “AB”), son las de espesor parcial; involucran la capa externa de la piel y la inmediatamente inferior (dermis); sus signos y síntomas incluyen dolor, hinchazón, piel de color rojo intenso y una apariencia de mancha. La piel del área quemada será más sensible al sol mientras se esté curando, y puede quedar más oscura o más clara que el resto de la piel. 
- Las de tercer grado (también llamadas “B”) las sufre la totalidad de la piel. Los síntomas pueden incluir piel seca y gruesa, de color negro, blanco, marrón o amarillo, inflamación y ausencia de dolor porque las terminaciones nerviosas han sido destruidas. Requieren atención médica urgente. 

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