Cartas de lectores
21 Diciembre 2017

Polémica reforma previsional I

Es triste y decepcionante lo que ha ocurrido con la mal llamada reforma previsional. En su lugar propongo llamarla: estafa, exacción, reducción, burla, traición, robo, en fin, elijan la que les guste, y agréguenle el adjetivo “previsional” y tendrán el nombre más ajustado a la realidad. Cualquier ciudadano y mucho más un jubilado, se siente subestimado al escuchar los argumentos que esgrimen los funcionarios y legisladores oficialistas para justificar el ajuste. Sin embargo, ninguno de ellos pudo explicar cómo es que van a ahorrar $ 100.000 millones durante 2018 sin que los jubilados perdamos esa cantidad. O quizás sea que ese dinero tendrá el “don” de la ubicuidad y pueda estar en las arcas del Estado y en los bolsillos de los jubilados al mismo tiempo. Para peor debemos soportar la soberbia y la falta de empatía que demuestran algunos de ellos, como el jefe de bancada del oficialismo en Diputados que, durante la discusión en Comisión, llegó a decidir con vocabulario de tribuna futbolera: “tenemos lo que hay que tener para atrevernos a tomar esta medida”. Realmente conmueve, en el peor de los sentidos, el “heroísmo” de estos personajes olvidando que perjudican a unos de los extremos más indefensos de la sociedad. Hay mucho más para decir pero solo me referiré a la insensibilidad y mediocridad de nuestra dirigencia. Fíjense que el gobierno anterior distribuyó, irresponsablemente, beneficios a manos llenas pero, dejando aparte la corrupción, no desarrolló políticas que hicieran sustentables esos beneficios y el actual los recorta sin piedad. Ahora veremos qué dirán los jueces cuando estos funcionarios terminen su mandato. Entre ellos crearon una “grieta” para engañar al electorado, sin embargo, para afectar los haberes de los jubilados se cerró la “grieta”. Rápidamente se pusieron de acuerdo con los gobernantes del “otro lado” y mediante “toma y daca” protegieron sus valijas con dinero que salen de paseo, sus fugas de divisas a paraísos externos, en fin, sus interminables privilegios de todo tipo. Lástima que a costa de los jubilados. Que el Dios de cada uno nos proteja porque nuestros “dirigentes” no lo hacen, y muchos ya perdimos la esperanza de que alguna vez lo hagan.

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Gustavo E. Amaya

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Polémica reforma previsional II

Para “convencer” al jubilado anunciaron un bono que compensará una exigua parte de lo que perderán los jubilados con la reforma. Sólo les sirve a los mandatarios provinciales, ya que “repartirán” esa “mejora” o ahorro, y así convencieron a los diputados de que voten la reforma previsional. En Tucumán, el gobernador Manzur y los diputados elegidos hace poco tiempo nos defraudaron. Firmaron para apoyar al Gobierno nacional aprobando esta reforma. Se olvidaron que los jubilados entregamos aportes y sudor por 30 años de trabajo. ¿Qué pretenden? ¿Que salgamos los 8.500.000 jubilados y pensionados a la calle a mostrar nuestras miserias? Nos mintieron en la campaña: “los vamos a defender desde el Congreso”. En definitiva, los jubilados no podemos aspirar a mejorar nuestros ingresos; en el mejor de los casos, veremos si se puede mantener el ingreso en términos constantes si se aplica el ajuste que propone el Gobierno de Macri, porque acompaña la inflación. En todo caso, a los adultos mayores cualquier situación les genera incertidumbre: le limitaron los remedios; desde la Anses eliminaron “donde caerse muerto”, le anularon el servicio mortuorio, la disposición final ha cambiado, hay que ¨cremar” a los fallecidos y reducirlos a cenizas. Una notable diferencia para abaratar los costos por los cementerios. La jubilación actúa como barrera demarcatoria, que deja afuera de este círculo a todos los que cumplieron 60 o 65 años, obligando a esos “pasivos” a replegarse sobre sí mismos, a un reposo forzoso, casi marginados de la sociedad. Por eso es necesario que antes de jubilarse el trabajador tenga un proyecto de vida y estar preparada para asumir el nuevo rol y estatus de jubilado, que en ningún punto de vista es el del aislamiento. No escapa tampoco que la jubilación es, en principio y fin, el modo en que la sociedad retribuye el esfuerzo de toda una vida del trabajador, a fin de que esa persona logre equidad y felicidad.

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Julio A. Gómez

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Polémica reforma previsional III

La “previa” a la aprobación del nuevo sistema previsional argentino fue, además de lamentable y vandálica, innecesaria. El pueblo argentino gobierna a través de sus representantes que, irónicamente, llamaban a ese mismo pueblo a concentrarse en la plaza del Congreso para evitar la sesión. ¿Repensamos a quién dimos el voto para sentarlos en las bancas? Por que los sentamos nosotros. Ví y escuché al diputado Rossi por televisión incitando a hacerlo. Algo está mal en el país. O todo está mal. Si una ley sancionada por senadores y diputados, que debe ser respetada, termina no sirviendo o no funcionando, se la deroga y se discute una nueva ley. Con costos obviamente. Pero no tan difícil ni costoso como es ahora reconstruir todo lo que se destruyó materialmente, o reparar el daño a las instituciones y a la Constitución, o elevar el derrumbe moral de la mayoría del pueblo que quiere vivir en paz y en armonía, amando y respetando este bendito suelo. Si lo que se aprobó es injusto y castiga a los jubilados, eso no lo sé. Hay personas que sí lo saben y opinan que sí. Otras con igual preparación afirman que no. Tantas cosas dejamos que ocurrieran, que quizás deberíamos dejar que esto ocurra según se acordó y no resulta ser tan temible ni desventajoso. Pero abrimos el paraguas y aún no llueve. Y permitimos el caos, la violencia, el temor, la grieta. Hagamos todos el mismo pedido al Niño Dios en esta Navidad: que deje en la casa de cada uno una bolsa grande de hermandad, de armonía, de entendimiento, de amor y de argentinidad para que la arrojemos a ese “abismo infernal” que nos separa. Finalmente, quiero parafrasear con una letra de John Lennon en su canción “Imagina”: pueden pensar que soy una soñadora; pero no soy la única. Tal vez un día ustedes se nos unan, y la Argentina sea una sola.

María Estela López

24 de Setiembre 1.431

Concepción


Polémica reforma previsional IV

En mi condición de jubilado que percibe el haber mínimo tras 35 años de aporte, quiero preguntarle al gobernador Manzur y al vicegobernador Jaldo, ¿dónde está el freno que le iban a poner al presidente Macri? Además de no cumplir con el mandato del pueblo que le dio el voto, quedó en claro la aviesa mentira al mejor estilo de los “pillos”, esos que con numerosas artimañas se mantienen en el poder para hacerse rico con la pobreza de los otros. Quiero manifestar también que la ley aprobada bajo un clima de terror, no se si me perjudica o me beneficia. Mientras no lea el texto oficial completo no podré opinar. Pero como buen tucumano que soy, y utilizando mi derecho democrático a expresarme, necesito saber cuál será el destino del supuesto “beneficio” para la provincia -como lo afirma el Presidente- de $ 40.000 millones, a cambio de los votos en el Congreso para aprobar la ley. Queda plasmada en esta duda si este dinero será para los “nuevos ricos” de nuestra querida provincia, porque para los jubilados -de seguro- no es.

Emilio F. Villarreal

Barrio San Roque

Villa de Leales


Reflotan la figura del “placero”

Es hermosa la realidad de nuestra plaza, en Crisóstomo Alvarez al 2.800. Es una obra que estará lista en poco tiempo. ya que las tareas de acondicionamiento avanzan a un buen ritmo; seguro que quedará espléndida. Familias, niños, ancianos van a disfrutar de los juegos y de todas sus instalaciones. Los vecinos estamos gozosos y esperanzados por esta proyección que se avecina, pero también nos invade una preocupación y deseamos que la escuchen las autoridades. El vandalismo de nuestros comprovincianos es increíble. Prueba de ello es como están en estos momentos las que fueron unas instalaciones maravillosas en el Parque “Batalla de Tucumán” (ex Parque Guillermina): los bancos destrozados, los basureros quemados y el jardín no existe; fueron presa de la incultura y la barbarie. Nosotros no deseamos la misma suerte para nuestra futura plaza. Por eso, es necesaria la reinserción de la figura del “placero” o cuidador del predio, y además la presencia de la guardia policial, por el tema de la inseguridad. Esto es lo que queremos que escuchen las autoridades. Finalmente, quienes apoyamos esta importante obra también solicitamos la posibilidad de nombrarla Plaza doctor René Favaloro, un médico sumamente reconocido a nivel mundial por su aporte a la medicina y por su profesionalidad y hombría de bien. Esta obra que dará calidad de vida como “pulmones verdes”, son siempre bienvenidos.

Germán y Raúl Torréns, Margarita

Ponce de León, Mirta Bonfiglioli,

Patricia Panico y otras firmas


Los jugadores compulsivos

Bastante interesante me pareció la carta del lector Jacinto Barrionuevo, referida al juego compulsivo. Tengo un familiar que juega mucho, perdió su trabajo, está separado de su familia, roba dinero para abastecer su juego, está muy irritable y no escucha consejo alguno. Las personas que lo apreciamos estamos muy preocupados por su vida, ya que de esa manera es imposible que siga adelante. Solicitamos a los jugadores anónimos en recuperación, publicar las direcciones de los grupos de Jugadores Anónimos que funcionan en la provincia: dirección, teléfono, días y horario de reunión. Estos datos son de mucha importancia para los interesados y los allegados a las personas que sufren del problema de la ludopatía, una enfermedad emocional a causa del juego compulsivo.

Eduardo Barrientos

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Descontrol de los “trapitos”

“Trapitos”, un término importado desde Buenos Aires, es la denominación otorgada a esos personajes con chaleco refractario posicionados en cada esquina del centro donde el lugar es de libre estacionamiento, pero que sin embargo ellos te colocan un numerito (o varios) según las horas que tienes tu auto estacionado en el lugar. Tantos planes y ayudas sociales que pago con mis impuestos y sin embargo todavía tengo que estar poniendo más plata de mi bolsillo por estacionar en un lugar donde no hay costo alguno. ¿Acaso nadie controla esto? ¿La policía no puede hacer nada al respecto? Lo peor es que si no les das lo que los “trapitos” te cobran, te rayan o rompen algo del auto. Por favor, alguien que controle esto que pasa en la zona céntrica y más específicamente en la de tribunales, en un radio de seis cuadras.

Diego Amaya

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