Abregú , el nuevo dueño de la “5”

No hay dudas. El “talón de Aquiles” que tuvo San Martín a lo largo del torneo de la B Nacional fue el centro del campo. El equipo se mostró inestable en esa zona, donde el punto más flojo fue el de volante central.

Durante las 39 fechas que se jugaron hasta ahora, Diego Cagna tuvo que buscar alternativas para cubrir esa función. A la luz de las estadísticas, no encontró al jugador que le diera equilibrio en ese sector neurálgico del campo.

Maximiliano Rodríguez comenzó como titular en la primera fecha frente a Argentinos Juniors: en total jugó nueve veces desde el inicio, Agustín Briones (jugó 16) y César Abregú (14).

Esta tarde, frente a Independiente Rivadavia, el entrenador volverá a darle su respaldo a Abregú que tras haberse quedado fuera del equipo en varios encuentros, en Corrientes (contra Boca Unidos) recuperó su lugar en el equipo titular.

“Me pone muy feliz que el técnico vuelva a confiar en mí. Espero responderle a su confianza y contribuir para que podamos cortar la racha sin triunfos que acumulamos jugando en nuestro estadio.” Eso dijo el pibe oriundo de Ohuanta que, además, es sobrino de uno de los mayores ídolos de los últimos tiempos de la institución: Gustavo Ibáñez.

Aunque recién tiene 22 años, César se muestra muy equilibrado para manejar las distintas sensaciones que le tocó atravesar en su carrera profesional. “Sigo los consejos que me dan mis familiares, los del cuerpo técnico y los de mis compañeros. Eso posibilitó que día a día vaya creciendo mi personalidad, dentro y fuera de la cancha. Además, gracias a eso, pude asimilar el bajón anímico que me tocaba atravesar cuando no tuve la suerte de jugar. Por eso, cada vez que soy el elegido, trato de dejar todo en el campo de juego para poder tener la continuidad que es complicado obtener por la calidad del plantel”, señaló.

Abregú está feliz por su crecimiento. Considera que el mayor progreso se dio en lo físico. “Lo comprobé a medida que fueron transcurriendo los partidos. También me siento más protagonista con la pelota en los pies. Considero que todavía me está faltando darle mayor dinámica a mi juego, para poder presionar con más intensidad. El técnico siempre me pide que esté ordenado y que juegue a dos toques”, señaló el volante, que hoy volverá a ser el patrón del medio, intentado aportar para que San Martín corte la “malaria”.