Por Juan Manuel Asis
29 Octubre 2015
De difícil a compleja median 12 años. “Difícil” fue el concepto que usó José Alperovich cuando LA GACETA, a seis meses de iniciado su mandato en 2003, le preguntó sobre la provincia. Ayer, dijo “es compleja”. En aquella entrevista admitía que las encuestas lo iban a ayudar a percibir la demanda ciudadana porque “no sabía qué estaba haciendo mal ni qué debía mejorar”. Doce años después, en la última entrevista como titular del PE al diario, Alperovich dijo que está en paz, que hizo todo lo que soñaba. En aquella ocasión deslizó que quería hacer más obras que Gelsi, ayer no se animó a decirlo. Sólo un la gente lo juzgará. Reconoció que le quedaron cosas en el “debe”, pero sin identificarlas. No admite que lo llamen “señor feudal”, pese a haber gobernado 12 años; menos “caudillo”; con lo que está más lejos de mirarse a sí mismo como el futuro conductor de un espacio político tras dejar el sillón de Lucas Córdoba. Su sucesor, Manzur, agradecido. Alperovich acumuló poder pero, algo raro en un dirigente, renuncia a explotarlo como político. Tal vez porque no lo siente, ni lo es. La política es gestión, supo decir hace 12 años atrás. El se retira satisfecho, cree que fue un buen gestor del Estado.
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